Así empieza Plastic planet, la película que vamos a ver esta noche en Primer Plano en este mes dedicado al cine documental. Así, con esos veredictos generales, llamados a despabilar conciencias muy dormidas. El film, que dirige y protagoniza Werner Boote, es la radiografía brutal de la era policarbonato, la era en la que vivimos hace más de un siglo cuando un químico belga elaboró la baquelita (primer producto sintético derivado del petróleo) y el mundo se inundó de plástico. Como todos Boote es hijo de la edad del tupperware pero también nieto de un empresario top de la industria plástica alemana. Si viaja por el mundo investigando como el PVC ha cambiado la vida humana no es sólo por una convicción militante es también para ajustar cuentas con una estirpe que lo incomoda, con la que no sabe si romper o reconciliarse.
Boote es un buen Michael Moore centroeuropeo, es inquieto e insistente pero nunca pierde los estribos, habla con todo el mundo, el presidente de la Plastics Europe le sirve tanto como Gunther von Hagens (el artista que plastifica cadáveres) y los datos que maneja son escalofriantes: 60 millones de toneladas de plástico se producen en Europa cada año, 200 años tarda en degradarse una bolsa de supermercado; en Estados Unidos las envasadoras de alimentos son también las principales compañías químicas del país, el plástico es responsable de infinidad de problemas de salud (infertilidad, obesidad, alergias, cáncer); vemos Plastic planet y nos preguntamos cuánto hay de plástico ya en nuestra sangre y en nuestras células pero si temblamos, en el fondo, es por un detalle muy simple y muy aterrador: todos sabemos hasta qué punto el plástico es parte de nuestras vidas pero nadie (absolutamente nadie) sabe de qué diablos está hecho el plástico.
Presentación realizada por Alan Pauls en noviembre de 2011 en el ciclo dedicado al Cine documental en Primer Plano I.Sat.
Transcripción del siguiente enlace audiovisual:
https://www.youtube.com/watch?v=NOPuDechAaM