Aunque con Mayor ya habíamos jugado con plastilina, hace tiempo que habíamos dejado de jugar con ella porque no parecía interesarle mucho así que conforme la plastilina se fue estropeando no compramos más. Sin embargo, al comenzar Bebé con su kakadrama fueron varios especialistas, como Crecer Juntos con Arte, los que nos aconsejaron jugar con plastilina, hacer caquitas y moldear mucho con las manos para superar ese miedo tan terrible.
Desde entonces hemos probado unas cuantas plastilinas o masas de moldear, muchas de las cuales no tenía ni idea de qué existían, así que he pensado que era una buena idea hacer un post sobre ellas contando qué nos han parecido. Me refiero a plastilinas que están pensadas para reutilizar varias veces, no a las masas que están pensadas para moldear una vez y después cocer o dejar secar para conseguir una figura que ya no se puede re-utilizar (de estas últimas hablaré en otro post).
La primera plastilina que probamos, una ya bien conocida en casa por haberla usado hace tiempo con Mayor, es la plastilina de Play-Doh. Después de haber probado unas cuantas después de ella, seguimos volviendo a estos botecitos porque son los que más nos gustan. Es una plastilina que no resulta pegajosa, no ensucia las manos en absoluto y se moldea sin hacer demasiada fuerza. Además, una vez que se seca se barre muy bien del suelo, es decir, que si manchamos todo no pasa nada porque en cuanto se seque se va a limpiar fenomenal.
Empezamos por botecitos pequeños para probar pero al final la hemos terminado comprando casi a granel ya que al final la guarrean mucho y tenemos que ir reponiendo cada cierto tiempo. La última vez que la repusimos cogimos en Amazon este pack de 12 de botes de PlayDoh:
12 botes por poco más de 7 euros me parece un buen precio y ya sabéis lo bien que funciona Amazon.
De cuando la compramos por primera vez para Mayor a ahora mismo han sacado muchísimos packs que no solamente incluyen los botes de plastilina sino también otros accesorios para hacer el juego más divertido. Nosotros compramos este que veis más abajo, la cocinita de PlayDoh:
Llevábamos mucho tiempo buscando un juego de cocinita que no fuera un gran armatoste y creo que acertamos completamente porque tenemos dos juegos en uno y por un precio bastante razonable.
Al poco tiempo, echando un vistacillo por Amazon (¡vaya vicio!) me enamoró la plastilina de Learning Resources.
Sin embargo, una vez en casa quizá ha sido la que menos nos ha gustado. Es cierto que cuando la recibes es bastante espectacular: son miles de microbolitas pegadas entre sí con un misterioso pegamento que no resulta desagradable al tacto pero que pega divinamente porque las bolas no se expanden por toda la casa. No se seca, no mancha (bueno, un pelín de purpurina sí que suelta) y al no deshacerse es una masa que cunde bastante.
Pero hay varias cosas que no nos han gustado mucho de ella. La primera es que en cuanto se tocan colores distintos, éstos cambian de color. Vamos, que aunque compramos el pack de cuatro colores en menos de cinco minutos teníamos una bola enorme de color naranja que ya era imposible separar de ninguna manera. Tampoco es que sea un drama, pero nos limitó totalmente el juego haber perdido los cuatro colores que compramos.
El segundo inconveniente es que como pega tan bien, atrae el polvo y las pelusas en exceso. No sé qué opinaréis los demás, pero en mi casa hay tres mascotas y tener un objeto que parece un imán para sus pelos no me gusta nada, resulta un poco guarrindonga.
Así que aunque hemos jugado mucho con ella, más que nada a masajearla porque es realmente curiosa de moldear, a los pocos días terminó en la basura.
Nuestra siguiente plastilina fue la masa para moldear Bubber:
Con ella hemos tenido resultados dispares. A Bebé y a mi nos gustó bastante pero a Mayor y al papá de las criaturas no les gustó nada.
Es una masa rara, tiene un tacto muy especial. Resulta muy seca, se deshace muchísimo y cuesta moldearla, está muy dura. Me parece un gran defecto porque se trataba de que los niños se entretuvieran con ella pero no la veo para niños pequeños porque cuesta trabajo moldearla y además se desmenuza una barbaridad.
A Bebé le gustó porque hacía unas bolas especialmente compactas que utilizaba para cualquier cosa menos para construir. Pero el juego duró poco porque cada vez que la sacábamos se perdía mucha por el camino y enseguida nos quedamos sin ella. Como tampoco ha sido un éxito no la hemos vuelto a comprar.
Nos regalaron la típica plastilina de toda la vida, la que usan en la mayoría de los coles.
Para Mayor es una vieja conocida, a mi no me gustaba de niña y sigue sin gustarme. No me gusta su tacto, no me gusta su olor, no me gusta la sensación que deja en las manos y no me gusta cómo se mete bajo las uñas.
La última que hemos comprado en casa y que es una pasada es Sands Alive!:
Es como arena de playa pero más suave, ¡da gusto tocarla! De esta marca hay muchos kits disponibles, más o menos grande, y también se puede comprar arena de repuesto (ya que inevitablemente te vas quedando sin ella con cada uso). El kit que compramos nosotros da muchísimo juego y Bebé lleva horas con ella sin cansarse (¡bendita Sands Alive!).
Eso sí, manchar sí que mancha, deja la ropa que parece que ha nevado. No comparto para nada que digan que no mancha, es cierto que se limpia muy bien pero la ropa queda para lavar y el suelo hay que barrerlo (o aspirarlo) después de recoger.
Si tuviera que elegir una de las anteriores, por relación calidad/precio y facilidad de limpieza creo que me quedaría con la de Play-Doh. Por espectacular y original, sin duda me quedo con esta última, la de Sands Alive!, teniendo claro que la bandeja ocupa lo suyo y que no es un juguete barato.
¿Habéis probado alguna? ¿Cuáles son vuestras favoritas? ¿Me recomendáis alguna que no hayamos probado?