Platero y yo de Juan Ramón Jiménez
Editorial Panamericana ~ 9789583007446
J. R. Jiménez nos cuenta historias de su pueblo natal a través del amor a Platero, su burro, y ese amor trasciende a todo lo que ve, la naturaleza, el camino, los aromas, los chiquillos y sus juegos y su inocencia, la gente sencilla en su día a día, la vida; y con su lenguaje sencillo y al mismo tiempo poético, lleno de met áforas, nos hacen sentir esas vivencias como propias. *la sinopsis ni la portada pertenecen a la edición que leí*
Burriiiiiiiiito
Vengo a hablarles de un libro muy especial, y más que eso un libro bello. Uno de mis libros más recordados y adorados de la juventud. No lo leí de niña como muchos en la escuela. Busqué la edición vieja de mi universidad, una de páginas amarillas y lindísimas ilustraciones. La Muy conocido y difundido es este libro, una pequeña obra de menos de 100 páginas donde la poesía cobra vida en una bella prosa de las vivencias de un campesino andaluz y su burrillo, Platero.
Creo que no tengo muchas palabras que le hagan justicia a este libro. Lo primero que advertimos es que parece un libro para niños. Pero yo honestamente no lo creo. Desde el primer momento te das cuenta que estás frente a un libro especial a uno que seguro recuerdas por mucho tiempo. En él nos aventuremos a unos bellos pasajes líricos del campo andaluz, en la perspectiva de un campesino que adora pasear, sentir la naturaleza cerca de él y adora a su burrito platero.
"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos."
Este animalillo es realmente la excusa para narrar estos maravillosos pasajes y conocer costumbres andaluzas y la apreciaciones sensibles de la existencia. Creo que es una maravillosa experiencia adentrarse en esta corta pero bellísima lectura. Una cosa que si puede dificultar un poco la lectura es las expresiones típicas de la región y los hombres de plantas y flores que seguro no se oyen a menudo, aunque la edición de mi biblioteca tenía un pequeño glosario explicativo. Es decir, no es un impedimento para adentrarse en su lectura.
Admito que se me aguaron los ojos en varias partes. Eso pasa cuando un libro me llega al alma. Y nada más universal que hablar de la belleza de la naturaleza y de un burrillo de orejas suaves. Si no lo has leido, deberías hacerlo.