En este plato
pueden depositarse
haikus o coplas.
Sobre el teclado la danza de los dedos teje esta música.
El que la sigue sabe que es desde dentro: no hay otro modo.
Cruzar el río de palabra en palabra, cantos rodados.
Agua y espuma, barcas a la deriva, islas, silencio. Tras el concierto, flores, aves y nubes se desvanecen.
Un rumor leve y el brillo de una sombra... tras la pantalla.
Oh, viajero: si la canción te 🔥, canta conmigo.
(Poesía visual, 6)