El Super Bowl es uno de los eventos más importantes del deporte. Una oportunidad de presenciar historia y hazañas que quedarán impresas en los libros de récords. Asistir a al juego del título de la NFL como prensa es un honor y una responsabilidad para muchos… y en algunos casos, como el de Jorge Milhe o Joshua Maya ( playsoftheweek en Twitter), también se convierte un paseo increíble en donde pueden celebrar cada jugada en contra de los Patriots como un aficionado de toda la vida, aplaudir a todo lo que da en la sala de prensa cuando un jugador de su equipo es nombrado al Salón de la Fama o llevarse todos los vasos de de Bud Light del área de prensa que puedan cargar.
Estas dos acciones no tienen absolutamente nada de malo, si es que pagaste tu boleto para el Super Bowl y vas a disfrutar el juego como un aficionado más. Sin embargo los medios que los acreditaron (Récord y Máximo Avance) merecen mucho más de esas personas. Se supone que son profesionales y van a cubrir un gran evento para un medio serio y tienen un trabajo que hacer. No van de porristas ni a coleccionar souvenirs (que además no les pertenecen).
Los lectores habituales de Primero y Diez conocen la calidad del trabajo de “playsoftheweek”, quien el año pasado me acusó falsamente de robar el jersey de Tom Brady (toda la información aquí). Personalmente no me importa ni lo que hace, ni lo que escribe. Sin embargo en el momento en que comenzó a difamarme sin pruebas, poniendo en riesgo el trabajo que se ha hecho por casi 10 años, se hizo personal.
Curiosamente este “turista” comenzó a recolectar unos vasos de plástico de Bud Light de la sala de prensa al final de partido, los cuales no le pertenecían (a todos nos dieron uno). Eso es robar y, a diferencia de sus “inferencias”, todo pasó frente a mi y hay fotos (y si se pone en duda podemos poner el video del US Bank Stadium en la sección 328 entre las 9:46 y 9:48 PM). Es un problema para mi por que este tipo representa el “periodismo” de mi país. No importa si es un jersey o un vaso de plástico. Te estás llevando algo que no es tuyo, mientras “trabajas” a nombre de un medio de comunicación masivo, en este caso Récord. Al principio del partido, cuando presentaron a la clase 2018 del Salón de la Fama, fue la única persona en toda la Sala de Prensa que aplaudió cuando mencionaron a un jugador (Brian Urlacher). Alguien no tomó en la universidad ética periodística (o no le enseñaron en su casa a no tomar lo que no le pertenece).
El otro “porrista” el Jorge Milhe, de Máximo Avance. Es una pena el comportamiento que mostró a lo largo de todo el Super Bowl LII. Entiendo que no seas fan de Tom Brady y de los Patriots, además de que te emocione estar en el juego por el título de la NFL. Pero hay una regla básica en las salas de prensa: NO SE FESTEJA. Hay varias veces que la sala de prensa en general reacciona a algunas jugadas, sin embargo lo que hizo Milhe rayó en lo ridículo. Cada pase completo, primero y diez, marcación de los oficiales, pues cada jugada ameritaba una reacción, una queja, una celebración. Creo que se le olvidaron las clases de periodismo en donde habla de la objetividad.
Cada jugada la celebraba como un fan, lo cual no está mal… si vas al partido en esa faceta, no representando a un medio. Después del show de medio tiempo le pedí amablemente que si podía reducir el número de “expresiones eufóricas”. Su respuesta inmediata fue: “a ti que te importa, seguro le vas a los Pats… si no quieres escucharme ponte tus audífonos” ahí supe que no es una persona con la que se puede razonar (o que tenga empatía), sin embargo el comentario sirvió de algo y en lugar de exclamar cada jugada por el resto del partido, se limitó a golpear la mesa de trabajo en cada serie ofensiva… un logro sin duda.
Seguro muchos de ustedes se preguntarán ¿Por qué me importa tanto? Aquí les dejo unas cuantas razones:
1.- Por que fue un “espectáculo” que presencié en primera fila. Maya iba a ser mi compañero de asiento en el Super Bowl, pero decidió cambiarse de lugar (lo cual fue una maravilla por que tuve el doble de espacio de trabajo, algo valioso en una saturada Sala de Prensa Auxiliar). Es algo que me afecta directamente, ya que yo voy a trabajar. Sus expresiones de euforia son distracciones constantes en un lugar donde se espera se tenga un ambiente propio para hacer una labor.
2.- Si no dices nada eres cómplice. Parte fundamental del periodismo es señalar lo que no está bien. En este caso ninguna de las dos actitudes que presencié en la Sala de Prensa me parece correcta. Es una falta de respeto a la profesión, a las empresas que emplean a estar personas y sobre todo una falta de respeto a los lectores. Hay medios que no reciben acreditaciones por que el lugar lo tienen estas personas y simplemente van a exhibir su falta de interés por hacer un trabajo de calidad. El editor o reportero de la fuente de la NFL seguro tienen varias opiniones al respecto de esto y de por qué un tipo como Maya ocupa un lugar que les debería de corresponder a ellos, quienes son los que hacen el trabajo a lo largo de la temporada.
3.- No es algo tan grave como lo de Mauricio Ortega, pero nos deja ver una tendencia del periodismo en México. Pueden opinar lo que quieran de los comentaristas en televisión, pero no me queda duda de que van al Super Bowl ha hacer su trabajo (bien o mal depende del gusto). Muchos medios en México hacen un gran trabajo durante la semana y es una pena que por actitudes de unos cuantos se haga una generalización. Uno se roba un jersey, otro unos vasos de plástico. Van a celebrar las jugadas, no a hacer un trabajo profesional. Y eso no es problema de la oficina de la NFL en México, que da las acreditaciones (tanto Máximo Avance como Récord cubren la liga), es problema de las redacciones que simplemente no tienen un filtro adecuado con las personas que las representan. Tampoco les importa mucho, ya que un medio serio hubiera dejado ir a “playsoftheweek” Maya tras sus desafortunadas acusaciones falsas a un periodista.
Por último les dejo la reacción de Clark Judge, quien ha cubierto la NFL por más de 40 años, sobre este tipo de actitudes en la Sala de Prensa: “No hay porristas en la Sala de Prensa. Esa es la primera regla que hay. Si quieres ser un fan o recolectar regalos compra un lugar en la tribuna. Es un privilegio estar ahí y tu trabajo es reportar los hechos e informar. Es una actitud poco profesional”.