OBRAS
PLAZA DEL AGUA Y MERCADO DE PESCADORES EN BAJADA COLACHO · 10/27/2022
El presente proyecto emerge por iniciativa de la comunidad de la Bajada Colacho en la Localidad de Pueblo Esther, ubicada en la barranca del río Paraná cerca de la ciudad de Rosario. Es un proyecto de extensión universitaria y vinculación socio-comunitaria elaborada en forma conjunta con la comunidad y llevado adelante a través de las convocatorias de financiamiento de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNR 2013 y 2014 y aportes de la Comuna de Pueblo Esther. El objetivo es acompañar a la comunidad en la constitución de una cooperativa y en la co-construcción de una plaza y un mercado para el encuentro e intercambio social y cultural, resolviendo, asimismo, problemas de infraestructura tales como la provisión de agua.
Fotografía: Matéricos Periféricos
La comunidad de pescadores de la Bajada Colacho debe su nombre al primer poblador que se instaló en el sitio hace unos sesenta años escapando de inundaciones en la Isla. La comunidad de Bajada Colacho consiste hoy en una población de cuarenta familias que desarrolla una vida socio-cultural condicionada y condicionante de la fuerte presencia del río Paraná. El “mercado y la plaza” han sido ancestralmente los lugares donde no sólo se comercializan productos, sino donde se da espacio donde aparecer ante otros, donde se da el intercambio cultural y social, en definitiva un lugar donde se fortalecen y consolidan los vínculos.
El proyecto se presentó así como una oportunidad para reflexionar acerca del significado de las arquitecturas de co-gestión comunitaria. En este sentido, nos interesa pensar así: la arquitectura de co-gestión comunitaria es aquella que emerge de una comunidad y se produce como resultado de un encuentro de saberes donde la comprensión de factores culturales y las cosmovisiones populares son tan determinantes como los rasgos del paisaje natural. Desde esa emergencia de la comunidad, nos trazamos una especie de “plan de consistencia” en términos Deleuzianos. Ese plan consiste en activar y formar parte de las dinámicas de correlaciones de fuerzas, materias, energías, agencias humanas y no humanas que progresivamente determinan la codificación y territorialización de la arquitectura. En este sentido, la arquitectura sería entendida como un ensamblaje, otra vez en términos deleuzianos.
Fotografía: Matéricos Periféricos
El proyecto se realizó a través de un proceso participativo que consistió en el diálogo permanente con la comunidad y el intercambiando ideas a través de reuniones sistemáticas. Durante las reuniones se exponían las diferentes propuestas desarrolladas en el taller, mientras, paralelamente se realizaba una recolección de materiales y búsqueda de financiamiento. En las reuniones se iban seleccionando partes de proyectos o proyectos enteros, combinaciones, hibridaciones hasta finalmente arribar a un consenso de lo a co-construir. El vínculo con la comunidad está aún vigente y ha dado como resultado otras obras y acciones en el territorio.
La obra está ubicada entre la cota alta y la cota baja de la barranca, de aproximadamente 20 metros de altura sobre el nivel del río, en un terreno de propiedad del Estado. Desde el punto de vista de la consistencia material y la expresión de la obra, la plaza y mercado consisten en una serie de vigas de hormigo´n que, zigzagueantes entre los a´rboles, guian a los visitantes desde el crepúsculo de la arboleda, pasando por la maleza, hasta una serie de voladizos que permiten asomarse al río. Los encofrados se realizaron con pallets reutilizados y madera reciclada dando una expresión de heterogeneidad y rusticidad que imprimen a la obra un aspecto inacabado, casi de ruina. El agua de lluvia es guiada a través de esas mismas vigas y acompaña a los visitantes hasta el río. La plasticidad y superficie incompleta e irregular de la obra sugieren la idea de una plaza creada, como los fósiles, por la acción de la naturaleza.