Plaza del Seis de Agosto

Dos instantáneas de la misma plaza, con una diferencia aproximada, de treinta años, que no son nada como diría el tango. La primera de los primeros años treinta; el kiosko, desapaarecido en 1.939 y la edificación que ocupa la esquiena entre las calles Libertad y Asturias de 1.929 nos sitúan entonces. La segunda, de la que desconozco la fecha, por el aspecto de los vehículos y la colocación de la estatua de Jovellanos, donde se instalaría la fuente años más tarde, se debería corresponder con los años sesenta. Me apena colocar una imagen actual de la plaza del Seis de Agosto, porque los recuerdos no serían en blanco y negro, como la primera fotografía, sino que me traerían vivencias propias, fui testigo de como apareció y se retiró la fuente luminosa, de la construcción -desafortunada- de enormes inmuebles en plena especulación urbanística, hasta alcanzar el aspecto que tiene a día de hoy. Un hacerse mayor sin delicadeza…