Recónditas escalinatas, escarpadas callejuelas, callejones sin salida, edificios palaciegos, lo que un dia fué villa y para luego llegar a ser corte; desde el antiguo arroyo Matriz, Matrice, el primitivo Arroyo de las Fuentes de San Pedro, donde a ambos lados de las laderas crecía ésta primitiva urbe allá por el Siglo IX, hoy calle Segovia, y a medio camino con la antigua Plaza de San Salvador, hoy Plaza de la villa, principal núcleo de referencia de los Austrias, sobre éste Madrid medieval, nos encontramos con un sombrío espacio, donde poder disfrutar de un remanso de paz, la Plazuela de San Javier.
Desde la calle del Sacramento, descendemos por la calle del Cordón, para adentrarnos hasta la misma plazuela, por la calle del Conde. La calma que encontramos en ella, nos hace presagiar como lugar de paso y descanso, allí se situó el antiguo Mesón de San Javier, muy frecuentado por el bandolero mas conocido de la villa, Luis Candelas.
Esta plaza o plazuela, es la mas pequeña y coqueta de la villa, con edificios bien cuidados, lo preside un precioso y reformado palacete del Siglo XVI, se dice que allí vivía el aposentador de Felipe II, dada su cercanía con el Alcazar Real, su fachada fué modificada el el Siglo XVIII, destacando por su color rojo teja y el escudo nobiliario de alguna insigne familia de la burguesía.
En una de las esquinas de la plazuela, nos encontramos con otro destacado y esplendido edificio, y que perteneciera al Colegio Imperial de la Compañia de Jesús, de donde colgara una imagen de San Francisco Javier, jesuita y apostol de las Indias; es de los mas antiguos de la villa, y destaca por su majestuosa puerta adíntelada en piedra.
En ésta plazuela, se ambienta una de las zarzuelas mas exitosas de la villa, - Luisa Fernanda -, estrenada en el teatro Calderón en 1932, sobre un libreto de Federico Romero, con música de Federico Moreno Torroba, ambientado en el Madrid de 1868, recrea la historia de amor entre una joven y guapa muchacha; hija de un antiguo escribiente de palacio, y Javier, un humilde militar, con un ascenso rápido, llegando a ser Coronel...
Adentrarse en cada rincón, en cada espacio de éste Madrid sin igual, tan distinto, con historia y con encanto, nos muestra el origen de lo que fué el antiguo Mayrit, su vida y sus gentes.
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Revista Cultura y Ocio
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