Cambiando de tercio, decir que las jóvenes generaciones (en líneas generales) están en un plan de aburrimiento total, en el que nada importa y todo les da exactamente igual; además de pasarse la mayor parte del tiempo 'ofendidos' (o indignados, como quiera usted llamarlo) con todo lo que ocurre en el mundo. Algo bastante extraño y curioso, si lo pensamos detenidamente y en frío, ya que estamos en una época en el que hay prácticamente de todo al alcance de nuestras manos y, asimismo, hemos tenido la santa suerte de no realizar el servicio militar, luchar en las grandes guerras o sufrir una dictadura severa (toquemos madera pues). En el tema político estamos en tiempos del 'stand by mode' (que dirían nuestros amigos británicos), en el que los egos e intereses personales se interponen al bien común con el ciudadano, y ello impide que se forme un gobierno y tengamos que asistir en bucle a los colegios electorales; del mismo modo que el simpático Phil Connors y el día de la marmota (aunque por lo menos él lo revivía una y otra vez por amor). Y por descontado, está el mundo de la música, en el que tenemos que soportar en las 'radio-fórmulas' habituales una indigestión constante de canciones prefabricadas, sin exquisitez que se precie. Susodichos temas están llevados a cabo por artistas (entre comillas) ataviados con camisetas anchas y pantalones por los tobillos, mientras agitan sus brazos y nos taladran con sus denigrantes y ociosas letras. ¡Qué diablos! Si hace más de veinte años que no escuchamos una canción nueva que sea memorable, al más puro estilo del "Bohemian Rhapsody" de Queen, "Eleanor Rigby" de los Beatles o el "Starway to heaven" de Led Zeppelin (por citar algunas de las más grandes). Estoy desilusionado, y para colmo estoy atravesando tiempos de mala salud. No se si es debido a que estaré rondando la cuarentena (y me estará afectando de algún modo su crisis), o es que realmente nos estamos precipitando (con los ojos vendados y sin frenos) hacia nuestro fin como seres humanos. Quizás Nostradamus no andaba mal desencaminado con sus profecías. Resumiendo ya (que me estoy desviando del tema y andando demasiado por las ramas): hace mucho tiempo que nada me impresiona, o me hace sentir escalofríos.
El gran Bill Murray encarnando a Phil Connors, con la célebre marmota, en un fotograma de "Atrapado en el tiempo" (Groundhog Day, 1993) de Harold Ramis.
Llegados a este punto, me gustaría confesaros que desde hace tiempo, en concreto desde que mi salud se halla entre algodones, que he decidido escribir (o publicar) cuando solamente encuentre algo que en verdad me apasione. Se ha terminado el escribir por escribir, o hacerlo por obligación. Este blog (desde su nacimiento) ha sido un medio para plasmar en palabras mis aficiones; siempre de forma altruista y sin ánimo de lucro. No tengo que rendir cuentas a nadie, ni tengo una imposición contractual con ninguna empresa, que me exija informar sobre algún tema o noticia. Esto lo hago solo como divertimento personal, y ahora mucho más todavía. A decir verdad, la cosa no me ha ido nada mal. En estos años he conocido gente (tanto en las redes sociales como en persona) con gustos y preferencias culturales afines, que me han enriquecido como ser, y me han hecho ver que no soy una 'rara avis' en este destartalado mundo.Por la indolencia constante que siento últimamente, mi sanidad desgastada y la falta de obligación a la hora de sentarme delante de mi ordenador, que no me da para ver películas nuevas o escuchar discos que se acaben de publicar. Así que en los últimos tiempos me ha dado por entregarme a la nostalgia (que tan de moda está recientemente), revisando series de televisión de antaño. Como la mítica "V Invasión Extraterrestre" creada a principios de los ochenta por Kenneth Johnson, y protagonizada por reptiloides que comen ratas como churros y pretenden acabar con nuestro planeta; de la misma manera que las inteligentes intrigas criminales de "Agatha Christie's Poirot", con el magistral David Suchet encarnando al singular detective belga, regido por el orden y el método, y la utilización de sus 'células grises' por encima de la acción. También llevo tiempo haciendo maratones cinéfilos bastante interesantes: como revisar las grandes películas de acción de la década de 1980 y 90, todos los filmes de Quentin Tarantino (ya sean como actor, guionista o director), así como las sagas completas del agente británico James Bond 007, el pequeño mago Harry Potter o el sanguinario asesino de garras afiladas Freddy Krueger. ¡Soy un tipo bastante extremista, la verdad! Y desde luego, me ha dado por escuchar los grupos (y artistas) de rock y heavy metal que escuchaba en mi feliz adolescencia: Queen, Bon Jovi, Elton John, Iron Maiden, Pink Floyd, The Beatles, Aerosmith, Led Zeppelin... entre tantos otros. Aquí es donde entrarían los Thunder.
Thunder es un grupo de hard rock que surgió en Inglaterra a finales de los años 80; cuando los Bon Jovi, Europe, Mötley Crüe, Poison o Def Leppard estaban en la cresta de la ola, llenando de recortes pegados las carpetas de las(os) adolescentes de la época, y unos años antes de la explosión del grunge. A mí siempre me han gustado, aunque tengo que confesar que nunca los he considerado una banda de primer orden. Tal vez sea debido a que han estado exentos de polémicas y nunca han contado con el beneplácito de la prensa. Sus dos primeros discos "Backstreet Symphony" (1990) y "Laughing on Judgement Day" (1992) los habré escuchado millones de veces, disfrutando de temas tan estimables como "Love walked in", "Dirty love", "Does it feel like love?" o "Low life in high places" que tantos buenos recuerdos me evocan; sin embargo, no es un grupo que haya tenido grandes 'hits' mundiales, comparados con los artistas mencionados anteriormente. Esto no es que sea ni bueno ni malo, aunque condiciona de algún modo, haciendo que más de uno subestime su calidad como músicos; que por otra parte es incuestionable. Se puede dar buena cuenta de ello escuchando su genial doble disco en concierto "Live" (1998). Yo siempre he valorado la calidad de un grupo o artista desde su directo (algo de lo que carecen la inmensa mayoría de músicos actuales), y Thunder en este aspecto son muy buenos.
Por suerte (o desgracia, según se mire) el tiempo pasa y con él las modas y tendencias. Mientras algunos de aquellos grupos, que triunfaron en los ochenta y noventa, intentan sobrevivir de la nostalgia y sus éxitos del pasado, sin haber evolucionado nada (caso similar en el cine a los Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, por mucho que a algunos les duela admitirlo); hay otros tantos que se van reinventando y amoldando a la situación de cada momento, sin 'traicionar' sus raíces ni su esencia como músicos. Thunder es uno de estos grupos. Conscientes de que los tiempos del cuero, las tachuelas, los pantalones elásticos, el maquillaje potente y el pelo frito se han terminado (y tras la reanudación de su actividad como banda en 2011), los ingleses han lanzado algunos discos bastante apreciables. Los geniales "Wonder Days" (2015) y "Rip It Up" (2017) dan buena fe de ello.
Ahora en 2019, con motivo de su 30 aniversario, han querido dar un paso más allá. En vez de optar por el manido recurso de juntar sus canciones más emblemáticas en un recopilatorio de turno, nos han obsequiado con un auténtico regalo para nuestros oídos. En "Please Remain Seated" han escogido un buen puñado de temas, de su amplio catálogo musical, para reinterpretarlos y darles una interesante vuelta de tuerca, aparcando su preciado hard rock para sumergirse en genuinos sonidos de orientación Blues y aires sureños.
El cantante (y uno de los líderes) Danny Bowes lo presenta así:
«Nunca hemos sido el tipo de banda que quería hacer el mismo álbum una y otra vez, y nunca hemos tenido miedo de probar cosas nuevas. De hecho, hacer música de Thunder en los últimos 30 años nos ha enseñado que, cuanto más nos desafiamos a nosotros mismos, mejor lo hacemos. Después de haber reimaginado y regrabado "Love Walked In" en 2017, nos sentimos muy estimulados y queríamos probarlo en otras canciones. Lo hicimos tan en directo como nos fue posible, probando ideas hasta que encontramos un arreglo adecuado. Nos pusimos tres reglas: trabajar rápido, no aspirar a la perfección y hacerlo diferente al original. Algunas canciones tomaron forma espontáneamente y otras realizaron una serie de extraños giros a la izquierda antes de terminar en un lugar que ninguno de nosotros había previsto. Al cambiar las viejas melodías de esta manera, nos obligamos a repensar cómo nos sentíamos por ellas. Creemos que probablemente les ocurrirá lo mismo a los fans cuando las escuchen. No se supone que sea un recopilatorio de lo mejor de Thunder, y no es un cambio de dirección, es solo otra breve parada en el viaje hacia donde nos dirigimos (sea cual sea el destino). Nos gusta mucho y esperamos que a otros también les guste». (1)
Como decía anteriormente (y tras conocer las declaraciones de su cantante), "Please Remain Seated" no es ningún cambio de rumbo, sino más bien un divertimiento sin más historia, una deliciosa curiosidad en el que han querido buscar su lado más instrumental, dejando de lado el 'feeling' de los estribillos y el aspecto más comercial de los temas para buscar la calidad musical. "Future Train" se aleja muchísimo de lo que fue en su día, pero las influencias folclóricas con sitares y los fabulosos coros femeninos terminan atrapándote. En "Girl’s Going Out Of Her Head" se han pasado al Blues Rock con estimulantes pinceladas de Jazz Fussion, con un fantástico groove al que se le suman los detalles de piano, las escobillas de Harry James, el contrabajo y la aterciopelada voz de Danny Bowes.
"Please Remain Seated" es un trabajo reposado que opta por el terreno más acústico y melódico. Todos los temas están compuestos con pausa y cierto aire setentero. Tal vez uno de los más logrados sea "I’m Dreaming Again", una preciosa balada Country Rock interpretada con guitarras acústicas, y aderezada con unos deliciosos coros femeninos. Los excelentes cortes "Bigger Than Both of Us", "Fly on the Wall" y "She's So Fine" te harán mover la cabeza y los pies con sus animados ritmos Blues Rock. El primero está caracterizado por fantásticos repiqueteos de piano, el segundo tiene un cierto regusto a Eric 'Mano lenta' Clapton, y en el tercero (que abrió el mítico "Backstreet Symphony" en su momento, por lo cual se diría que es historia pura) realizan un espléndido uso del sintetizador. De los pocos que han respetado su feeling comercial y su aire AOR (2) es "Just Another Suicide", que atesora una onda a The Police en la percusión y sobre todo en los coros.
"Empty City" se acerca al Blues característico de los 60, funcionando especialmente por las teclas de Ben Matthews, y donde aparece la magia de la guitarra eléctrica de Luke Morley, con un final que posee puro duende con sus guitarras (empastadas a la perfección con el órgano) que se marchan en un solo que queda en 'fade out'. Otro de los puntos álgidos lo proporcionan la impresionante y melancólica balada blues "Loser". "Miracle Man" es puro feeling con el aderezo de las dos vocalistas femeninas cantando como los ángeles, en el que poco a poco van ganando más y más protagonismo, y la cual culmina con la irrupción de la armónica. Cabe mencionar que en "Blown Away" (una de las joyas del "Shooting at the Sun") sus arreglos con palmadas, armónicas y percusiones le sientan de maravilla. Y por último "Low Life in High Places", una de sus grandes y más conocidas baladas (de su impresionante segundo Lp "Laughing on Judgement Day") se encarga de cerrar este disco. En ella predominan los arreglos de viento, piano y coros masculinos que la elevan al séptimo cielo, siendo otro de los momentos memorables de este espléndido álbum.
Calidad, suavidad y delicadeza en la composición describen un trabajo exquisito, que arroja un soplo de aire fresco al monótono y saturado panorama musical actual. Es muy recomendable adquirirlo en su edición especial doble, que atesora otro conjunto de buenas y sugerentes canciones, tales como "Stand Up", "River of Pain", "Robert Johnson's Tombstone" o "Higher Ground" (por citar algunas) que son una auténtica delicia para nuestros oídos. En definitiva, se trata de un notable álbum para 'permanecer sentado' en el cómodo sofá de tu casa y dejarse embriagar por la magia del Blues más genuino. Sin lugar a dudas, "Please Remain Seated" es un maravilloso regalo sonoro del que confieso que me ha dejado impresionado. ¡Y eso es muy difícil de conseguir, queridos amigos!
PUNTUACIÓN: ★★★★
MÚSICOS:
Danny Bowes: voces.Luke Morley: guitarras, coros y producción.Chris Childs: bajo y contrabajo.Gary "Harry" James: batería y percusión.Tom Oliver: teclados.Emily Lynn: coros.Lara Smiles: coros.
LISTA DE CANCIONES:
DISCO UNO:
01. Bigger Than Both Of Us
02. Future Train
03. Girl’s Going Out Of Her Head
04. I’m Dreaming Again
05. Fly On The Wall
06. Just Another Suicide
07. Empty City
08. Miracle Man
09. Blown Away
10. Loser
11. She’s So Fine
12. Low Life In High Places
DISCO DOS:
01. Stand Up
02. River Of Pain
03. Like A Satellite
04. Robert Johnson’s Tombstone
05. Higher Ground
06. Everybody Wants Her
07. Long Way From Home
(3) Músicos e información del disco.
WEBGRAFÍA Y FUENTES:(1) HELLPRESS: THUNDER lanzará "Please Remain Seated" en febrero.(2) La música AOR —Adult oriented rock (música orientada a adultos)—, es un estilo conformado como variante del rock clásico, en el que se caracteriza por sus guitarras suaves, teclados muy presentes y las voces melódicas. No llegaba a ser Heavy Metal, ni tampoco era Pop, se podría decir que era algo intermedio que surgió a principios de los 70 con tres bandas como impulsoras: Journey, Toto y Foreigner. Fuentes: WIKIPEDIA: Adult Oriented Rock y EL CABO DEL ROCK: La música AOR – Adult Oriented Rock. (Escrito por Jorge Alcaráz).
(3) WIKIPEDIA: Please Remain Seated.
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