El estallido social que comenzó en octubre del año pasado, dio pie para concretar el llamado que sectores de centro e izquierda venían haciendo desde la salida de la dictadura de Pinochet: Hay que hacer una nueva constitución. AC
Los cientos de miles de chilenos que se congregaron durante meses en el centro de Santiago, lograron canalizar todas las demandas sociales que, a criterio de muchos expertos y la misma sociedad, el gobierno tenía en deuda. La demanda social se aglomeraría en un solo propósito y es de conseguir una nueva constitución.
A través de cabildos abiertos y organizados por las mismas comunidades se ejercía presión a las autoridades que, tras varias semanas, se concretaría en una propuesta auspiciada por la Asociación Chilena de Municipalidades. Líderes y políticos, incluyendo el presidente del Senado, invitaron al gobierno a sentarse a dialogar en miras de una nueva Carta Magna.
Las coaliciones políticas del país, incluidas las del oficialismo, firmarían un Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución en la madrugada del 15 de noviembre tras arduas y extensas negociaciones. Sin embargo este acuerdo no incluiría a todo el espectro político de Chile, siendo el Partido Comunista uno los principales ausentes del acuerdo.
Después de los trámites legislativos que llevaron a su aprobación, el plebiscito fue convocado para abril de este año pero que, a causa de la pandemia, ha sido postergado para el 25 de octubre.
La consulta ciudadana tiene dos interrogantes, ambas de selección y que serían: ¿Quiere usted una nueva Constitución?, con las opciones “apruebo” y “rechazo”; la segunda interrogante es sobre la modalidad en que se redactaría la constitución y reza ¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución?, con las opciones “Convención Mixta Constitucional” y “Convención Constitucional”.
¿Cuál es mejor?
Las dos opciones que estipulan el órgano que manejará la redacción de la nueva Constitución estima que habrá elecciones, de aprobarse el mandato ciudadano, para escoger a sus integrantes.
La Convención Mixta trae una modalidad donde el 50% estaría conformado por miembros del Congreso actual y otro 50% electo de manera directa por la ciudadanía. Esta composición traería la experiencia de los actuales funcionarios en la redacción de leyes y normas.
Las desventajas o cuestionamientos que trae esta modalidad son la falta de credibilidad de los actuales congresistas y que no fueron electos para redactar una constitución, sino para redactar leyes.
Por su parte, la Convención Constitucional sería un nuevo órgano en su totalidad. Electo únicamente para la redacción de la Constitución y buscaría la mayor representación de los sectores del país.
¿Cuándo estará la Nueva Constitución?
Los plazos que han sido establecidos por el Servicio Electoral de Chile (Servel), organismo encargado de las elecciones en Chile, es que este próximo 25 de octubre sería la consulta para saber si se quiere y el “cómo” se haría una nueva constitución.
De ser aprobado, la elección de sus miembros sería el 4 de abril del próximo año en conjunto con las elecciones municipales y de Gobernadores Regionales.