Ayer se celebró el segundo pleno de política general de la legislatura de Patxi López.
Quien lea hoy los diarios o escuche la radio en Euskadi, puede llegar a sacar la conclusión de que el Lehendakari, en sus dos horas de intervención, dijo algo digno de reseña, pues no.
Tras más de hora y media de planes sin concretar y de poner deberes a todo el mundo: bancos, empresas, diputaciones, partidos políticos... Empezó la parte de su discurso referida a la paz y la normalización política.
Y es aquí donde todo el mundo ha puesto el foco.
Hay partes en las que lógicamente estoy de acuerdo, la necesidad de la desaparición definitiva de ETA, el relato compartido de la Historia, la cercanía a las víctimas, de todas las víctimas, pero tampoco es nada nuevo.
Así que como no tenía nada que decir, se sacó de la manga una referencia al acercamiento de los presos de ETA si era útil para la reinserción y la necesidad de que todos los proyectos políticos sean legales.
Pues vale, bienvenido al club.
Liderar un proceso de estas características requiere algo más que referencias de ese tipo, mucho más si están fuera de tus competencias.
Espero que antes de que acabe la legislatura nos dé tiempo a hacer algo más que seguir buscando titulares.