
El tango es la melodía especial que distingue a la zona de Argentina y Uruguay en Sudamérica y transcendió por el mundo, aunque los argentinos la sentimos más propia, también estuvo ligada al furor de los dinosaurios más específicamente a los reptiles marinos.Corría el año 1922, y los porteños bailaban al son de dos por cuatro. Cuando la obsesión de Clemente Onelli por encontrar a un plesiosaurus se vio plasmada en la "El plesiosaurio" para piano de Rafael D'agostino con letra de Almicar Morbidelli.Este tango relata la búsqueda realizada por el zoológico de Buenos Aires a comienzos de 1922 a Patagonia para capturar vivo a este animal. La expedición no tuvo éxito y regresaron sin haber visto al animal. Muchos creen que fue una estrategia de Onelli para hacer conocer la belleza de estas tierra lejanas.Pero podemos ver que a principios de siglo también hubo una Dinomania, de cual el Tango no estuvo exenta.
Por Paola Echecury