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Plinio el Joven, una fuente excepcional

Publicado el 22 junio 2014 por Ana Estévez @InIlloTempore
 A pesar de ser una figura importante en su tiempo, Plinio el Joven vive en cierto modo a la sombra de su tío, Plinio el Viejo, al menos en nuestro país. Normalmente se suele recordar por sus Cartas pero Plinio merece nuestra atención por muchos más aspectos.

Plinio el Joven, una fuente excepcional

Representación de Plinio


Nació en Como, como su tío, en el año 62 d.C y fue nombrado Cayo Cecilio Cilo. Por su familia paterna pertenecía al orden ecuestre pero durante su madurez accederá a la clase senatorial. Debido a la temprana muerte de su padre, pronto tuvo como tutor a  Lucio Verginio Rufo, un general muy destacado en su época. Este también falleció y, así, Plinio pasó a ser tutelado por su tío, que le enseñó muchas de las cualidades que luego potenciará. A los 18 años Plinio el Viejo, fallece durante la erupción del Vesubio y lega todo su patrimonio a su sobrino e hijo adoptivo (que pasará a llamarse Cayo Plinio Cecilio Segundo), que ese mismo año se casará.

Plinio el Joven, una fuente excepcional

Inscripción sobre Plinio

Aunque en la actualidad lo conocemos como hombre de letras o como abogado, sin duda, en su momento fue un hombre reconocido por su eficiente carrera relacionada con los asuntos financieros. Seguramente fue uno de los hombres más adinerados de su época y no dudó en participar en obras evergéticas como, por ejemplo, donando dinero para la construcción de una biblioteca en su pueblo natal o participando en la manutención de niños libres. De hecho, hay quien se atreve a afirmar que Trajano creó los alimenta por influencia de Plinio. En la última parte de su vida fue nombrado gobernador de Bitinia, donde se supone que falleció en el 113.
Según algunos autores moldeó la historia de su vida a su gusto de forma muy astuta. Él mismo creó la leyenda de que había estado en peligro durante el gobierno de Domiciano, sin embargo, todo indica que no solo no es cierto sino que fue progresando en su carrera. Se intentó vincular a ciertos grupos de estoicos represaliados por este emperador, pero normalmente tras la muerte de este, ya que le interesaba que lo relacionasen con la oposición. Tampoco quiso destacar su carrera financiera a pesar de que destacó notablemente en ella y prefirió potenciar su figura de hombre de letras y abogado, donde se dice que no tenía tanto talento.

Biblioteca Básica Gredos

Portada de las Cartas, en Gredos

Plinio tenía un interés especial por ser recordado por la historia, algo que consiguió a través de sus Cartas. Para él era importante que los hombres alcanzasen la inmortalidad a través de sus actos pero también a través de algún escrito que los recordase. Plinio también escribió poesía, actividad que recomienda a sus amigos,  y parece que fue reconocido pero lamentablemente gran parte de sus creaciones se han perdido. Además de su correspondencia también nos ha llegado el panegírico que dedicó a Trajano.
Gracias a sus epístolas conocemos muchos aspectos de la historia y sociedad de Roma. Sus cartas,que fueron publicadas en vida, no eran exactamente las originales sino que fueron retocadas para su edición. Estas tienen múltiples destinatarios: el emperador, amigos, otras figuras célebres de la literatura, familiares, etc. Se puede aceptar que todas las opiniones vertidas en ellas eran similares a las de la élite romana, pues Plinio no se hubiese arriesgado a publicar algo que lo dañase.
Gracias a ellas se han hecho estudios muy diferentes: sobre la figura del propio Plinio, las villas romanas, los cristianos,las redes clientelares, el ideal de matrona o la existencia del amor en el matrimonio romano. Son célebres las cartas en dónde el abogado se dirige a Tácito y le narra la erupción del Vesubio, que presenció, y el fallecimiento de su tío. Hay otras epístolas que quizás no han trascendido tanto pero que son realmente bellas.
Te vas a reír, y es natural que lo hagas. Yo, ese a quien tú conoces bien, ha cazado tres jabalíes, y ciertamente muy hermosos. ''¿Tú mismo?'', dirás. Yo mismo, aunque sin apartarme un ápice de mi pereza y apatía. Estaba sentado junto a las redes, al lado no tenía el venablo y los dardos, sino el estilete y las tablillas de cera; pensaba algo y tomaba nota, para, si me llevaba las manos vacías, al menos llevarme las tablillas llenas. No hay razón alguna para que desprecies esta manera de estudiar; es asombroso cómo el espíritu se estimula con el ejercicio físico; los bosques y la soledad, que te rodean por todas partes, y ese silencio propio de la cacería son grandes estímulos del pensamiento. Por todo ello, cuando vayas de cacería, deberás  llevar contigo, según mi parecer, no sólo la panera y la botellita de vino, sino también las tablillas de cera: comprobarás que, al igual que Diana, también Minerva vaga por los montes. Adiós.
Carta VI. Epístola a Cornelio Tácito.
En los últimos años se ha rescatado la figura de Plinio, especialmente fuera de España ya que lo cierto es durante gran parte de la historia ha sido considerado como un autor secundario. Sin embargo, si se profundiza en su vida, en seguida nos damos cuenta de que es un personaje que tiene gran interés para la historia, con una carrera muy completa, y que poco tiene que envidiar a otros que han sido más estudiados.
Fuentes:
- FORNELL, A., 'Las Epístolas de Plinio el Joven como fuente para el estudio de las uillae romanas', Circe,  nº 13, 2009, pp 139-155.
- HERRERO, V., 'Plinio el Joven, educador y pedagogo', Estudios Clásicos, nº 26, 1959, pp 2-20.
- PLINIO EL JOVEN, Cartas, Gredos, Madrid, 2005.
- USSANI, V., 'Otium y pax en Plinio el Joven', Nova Tellus,vol 2, 1984, pp 7- 26.
Imágenes:
-1 y 2 wikipedia, 3, Gredos.

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