Revista Viajes

Plovdiv, la ciudad de las siete colinas

Por Mteresatrilla
Plovdiv fue una de las grandes sorpresas del  viaje a Bulgaria. Uno de esos lugares donde nos sentimos realmente a gusto desde el primer momento y donde no nos hubiera importado quedarnos unos cuantos días másEs una ciudad moderna, culta y con un pasado que ha dejado un digno patrimonio arquitectónico. Si a ello le sumamos una atractiva oferta gastronómica, turística y de entretenimiento, entenderéis por qué recomiendo dedicarle un mínimo de dos o tres días completos para conocer y saborear sus lugares más emblemáticos.Ubicada a orillas del río Maritza, es la segunda ciudad en importancia del país y un punto de cruce de caminos, donde convergen las rutas de Asia Menor hacia Europa y del Centro de Asia hacia Grecia.
Plovdiv, la ciudad de las siete colinas

Es una ciudad muy antigua, habitada antes que Atenas, Roma, Cartago o Constantinopla, aunque no siempre se la ha conocido con el mismo nombre. En el siglo XII aC, los tracios la llamaron Evmolpia en honor al mitológico rey Evmolp a quien se le atribuye su fundación. Se asentaron en la colina de Nebet Tepe donde construyeron una fortificación que no impidió que en el año 342 aC fuera conquistada por los macedonios al mando del rey Felipe II, padre de Alejandro Magno, quien la bautizó con su propio nombre, Philippopolis o ciudad de Felipe y reforzó la fortificación anterior con gruesas murallas. Años más tarde fue recuperada por los tracios llamándola Pulpudeva (traducción de Philippopolis) hasta que en el siglo I la ciudad cayó bajo dominio del Imperio Romano. A los romanos les interesó el control sobre la ciudad ya que por ella pasaba la Via Diagonalis, un importante cruce de caminos de la región balcánica. La llamaron Trimontium, ciudad de las tres colinas, y la convirtieron en un importante centro regional llagando a ser la capital de la provincia de Tracia. Debido a su crecimiento, Trimontium se extendió más allá de las fortificaciones, ensanchándose hacia los pies de  las colinas.Siguieron los eslavos que tomaron la ciudad en el siglo VI y la bautizaron con el nombre de Puldin, hasta que la conquistaron los búlgaros en el año 815, controlada a partir de entonces por Constantinopla. Los ejércitos otomanos entraron en 1365 y fue llamada Filibe. Durante ese período, gran parte fue destruida y la arquitectura bizantina fue substituida por edificaciones de estilo oriental, sin embargo, durante el Renacimiento Búlgaro (1762 - 1878), ganó de nuevo su importancia económica y su prosperidad. Cuando Rusia derrotó a Turquía en 1878, el nombre de la ciudad cambió de Filibe a Plovdiv, nombre que se ha mantenido hasta la actualidad.


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Academia de Música, Danza y Bellas Artes

Después de ese rápido paseo por la historia ya nos podemos hacer una idea de todo lo que Plovdiv tiene para ofrecer al viajero ya que cada época, cada pueblo, dejó su huella.Es una ciudad ideal para caminar, especialmente por las empinadas y estrechas calles adoquinadas de la Ciudad Antigua, un museo al aire libre.La ciudad actual esté construida alrededor de siete colinas o Plovdivski tepeta, aunque algunas de ellas no son fáciles de localizar. La Ciudad Antigua  está sobre tres colinas, la Trimontium romana:Dzambaz Tepe (colina del acróbata), la más alta y extensa, Taksim Tepe (colina del tanque) y Nebet Tepe (colina del mirador o de guardia). Al otro lado, al este de la transitada calle Aleksandrovska se encuentran las tres colinas restantes: Sahat Tepe (colina del reloj) una gran zona verde donde se extienden barrios residenciales, Bunardjik Tepe y Djendem Tepe.No nos empeñemos en encontrar la séptima porqué ya no existe. Un siglo atrás, la colina Markovo Tepe, se dinamitó para facilitar la expansión de la ciudad.Os propongo un recorrido por Plovdiv desde la parte alta de la ciudad, donde nació, e iremos avanzando en el tiempo:


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Nebet Tepe:

En la parte superior de esta colina es donde se asentaron los tracios hacia el año 3000 aC y la fortificaron. Sin embargo, los restos de muralla que se conservan son de la época romana. Se trata de un descampado mal cuidado pero un buen mirador sobre la Ciudad Antigua y el mejor lugar para ver la sucesión de colinas sobre las que ha ido creciendo la ciudad.


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Vistas desde la colina Nebet Tepe


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Restos de la muralla en Nebet Tepe

Época romana:

De Trimontium se conserva un buen legado que nos desvela la importancia que tuvo la ciudad en aquellos tiempos. Los lugares más interesantes son el Anfiteatro, el Estadio Romano o Circo, el Foro Antiguo y la casa residencial Irini.

Anfiteatro: Es una auténtica maravilla que no hay que perderse bajo ningún concepto si se viaja a Plovdiv. Edificado entre las colinas de Taksim y Dzambaz, domina parte de la ciudad. Se construyó en el siglo II dC bajo mandato del emperador Trajano y es la mejor muestra del arte romano en Plovdiv.

En el siglo IV parte del mismo se vio muy dañado por un terremoto y quedó sepultado durante siglos. En 1978, durante los trabajos en la colina Dzambaz se descubrió esta joya de mármol con capacidad para seis mil espectadores. está compuesto por 14 gradas en pronunciada pendiente y un escenario con interesante decoración. Un marco incomparable donde se celebran obras teatrales y conciertos.
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Circo Romano: Se construyó en el siglo II dC bajo mandato del emperador Marco Aurelio y siguiendo el modelo del estadio de Delfos. Se encuentra en la parte baja, entre las colinas de Taksim y Sahat, lugar por donde la ciudad se fue expandiendo. Tiene 180 metros de largo y una capacidad para 30.000 espectadores que se reunían para presenciar los Juegos Alejandrinos (similares a los juegos Olímpicos). Formaba parte de un complejo mayor que incluía también las Termas y el tesoro. La mayor parte del Circo se encuentra bajo la calle Aleksandrovska por lo que sólo es posible verlo en uno de sus extremos. La calle Aleksandrovska es una calle peatonal, llena de comercios, cines, teatros y galerías de arte que se trazó sobre el mismo Estadio romano. Así pues, cuando paseamos por esta animada calle, sabemos que bajo nuestros pies se extiende el circo. La calle desemboca en la plaza Dzhumaya, donde sale a la luz parte de este gran complejo y es posible caminar por el nivel original. En abril de 2012 se inauguró el Antiguo Stadium de Philippopolis y es posible visitar parte de la pista, el espacio semicircular donde se situaban los espectadores, complementado con una buena información audiovisual que recrea el lugar original.

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Parte visible del Estadio Romano


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Maqueta del Circo romano, escondido bajo la calle Aleksandrovska 

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Calle Aleksandrovska, bajo la cual se extiende el Circo en toda su longitud.

Murallas: La muralla romana tenía un perímetro de 2630 metros y lamentablemente fue destruida en el año 251dC por los godos. A pesar de ello, se pueden ver algunos fragmentos y una bien conservada puerta de acceso a la ciudad: la Hissar Kapiya, que se encuentra junto al Museo Etnográfico y a la Iglesia de San Constantino y Santa Elena.

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Puerta Hissar Kapiya

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Fragmento de muralla

Foro romano: Se encuentra en la Plaza central, a los pies de las tres colinas del lado sur, junto a la Oficina de Turismo. Es más antiguo que las anteriores construcciones ya que data del siglo I, edificado bajo mandato de Vespasiano. Fue el centro económico y político de Trimontium y actualmente se están realizando trabajos de recuperación. 
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Casa Irini: Conserva un interesante mosaico (III-IV) con la imagen de una mujer que da nombre al edificio.

Época otomana:

Igual que en el resto del país, cuando los turcos conquistaron la ciudad a mitad del siglo XIV, construyeron mezquitas, baños y otros edificios que seguían el estilo oriental característico.

De aquella época se conserva la recién restaurada Mezquita Dzhumaya en la plaza del mismo nombre. Es una de las más antiguas de la zona de los balcanes y la más grande de las 50 que había en Plovdiv en época de dominio otomano. La otra mezquita que se conserva es la Mezquita Imaret, muy cerca del río.
Otros edificios de la época otomana son los baños Chifte Banya, que albergan una galería de arte contemporáneo y la Torre del reloj que se encuentra en lo alto de la colina Sahat.

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Mezquita Dzhumaya

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Mezquita Dzhumaya


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Interior de la mezquita Dzhumaya

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Mezquita Imaret


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Baños Chifte Banya

Renacimiento búlgaro:

De este período, Plovdiv conserva más de 150 casas, unos magníficos ejemplos que evidencian la abundancia económica que vivía la ciudad. Los ricos comerciantes viajaban por toda Europa de donde traían las nuevas corientes culturales y arquitectónicas. Exteriormente son edificios con fachadas decoradas de forma muy vistosa en las que abunda la madera, Muchas de ellas guardan una simetría de tal manera que en el centro se encuentra el salón principal y las habitaciones familiares alrededor del mismo. Algunas de las más importantes son la casa Nedkovich, casa Stepan Hindlian, casa Balabanov o casa Kymyudzhievata. La mayoría se encuentran en buen estado de conservación, algunas siguen habitadas pero casi todas se han convertido en museos, galerías de arte o incluso hoteles. 

Recomiendo tomarse su tiempo para visitar la Ciudad Antigua de Plovdiv. Es una actividad para hacerla sin prisas, de lo contrario, seguro que nos perderemos muchos detalles.
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A lo largo de este recorrido vamos encontrando algunas de las iglesias más importantes de la ciudad:

Iglesia de Sveta Bogoroditsa (1844). Tras una larga escalinata se encuentra esta iglesia situada en la base de la Ciudad Antigua. Su campanario en tonos rosados es inconfundible.

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Iglesia de San Constantino y Santa Elena (1832), construida sobre una antigua iglesia románica. Está dedicada al emperador Constantino y a su madre, Santa Elena. Interesantes frescos en el pórtico y un destacado iconoclasio.

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Iglesia Sveta Marina. Aunque data de 1561, se reconstruyó en 1783 tras un incendio. Destaca por su original campanario de madera separado de la iglesia y por su magnífico iconoclasio de 170 años de antigüedad.
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Iglesia Sveta Nedelya. Igual que la anterior, aunque se construyó en el siglo XVI (1578) se renovó en 1830. Su campanario está englobado en la muralla romana y su interior conserva un valioso icono de madera en bastante mal estado.

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Si viajáis a Bulgaria, no os perdáis Plovdiv.


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