Revista América Latina

Pluma acústica | Johnny Sedes

Publicado el 20 marzo 2025 por Jmartoranoster

El pionero de la salsa venezolana en Nueva York

Varios fueron los músicos venezolanos que lograron tener éxito en Nueva York dentro del movimiento musical conocido como salsa, el cual tuvo su epicentro en la Gran Manzana entre las décadas de 1960 y 1970. De todos ellos, el primero y quien tuvo una carrera más estable y prolífera fue el yaracuyano Juan Sedes, más conocido como Johnny Sedes. Se destacó como saxofonista, arreglista, director de orquesta y sobre todo como compositor. Fue más conocido en la Ciudad de los Rascacielos que en Venezuela. Sin embargo, también trabajó en Caracas, donde organizó una orquesta y realizó varias grabaciones, entre ellas dos LP.

Sedes nació en San Felipe el 18 de julio de 1937 y se crio en Caracas. Hijo del escritor y violinista Juan Sedes y la artista plástico Irma de Sedes, demostró inclinación y aptitudes musicales desde niño, por lo que sus padres lo inscriben en clases particulares de piano. En ese tiempo, descubre que tiene gran facilidad para componer. En 1953, cuando el joven Juan contaba con dieciséis años de edad, el maestro Billo Frómeta graba con su orquesta Billo’s Caracas Boys una de sus composiciones, Yo te olvidé, interpretada por Manolo Monterrey, la cual resulta un éxito radial y de ventas.

Luego de ese primer triunfo, comienza a componer para otros artistas y agrupaciones importantes de nuestro país, como Chucho Sanoja y su Orquesta. Víctor Piñero con la Orquesta de Pacho Galán graba Linda muñequita, otro éxito rotundo. Curiosamente, es en este período cuando empieza a estudiar música de manera más formal. Él mismo decía que había sido compositor antes que instrumentista.

Primer viaje a Nueva York

Es así como intenta inscribirse en la Escuela de Músicos de la Banda Marcial de La Victoria, pero, pese a sus éxitos, no logra entrar. No obstante, lo intenta inscribiéndose en la Escuela de Electricidad de las Fuerzas Armadas, donde es aceptado. Finalmente, entra a la Banda Marcial de la Escuela y se gradúa en música y electrónica. Al año de graduado lo envían a los Estados Unidos, en específico a Nueva Jersey (a una hora de Nueva York) para realizar un curso de música. Allí conoce a Pedro Chaparro, que era trompetista de la orquesta de «Machito», con quien iba con frecuencia a los clubes musicales más icónicos de la Babel de Hierro, donde conoce a los grandes de la música latina en aquella ciudad.

Antes de volver a Venezuela para terminar su servicio militar, luego de pasar dos años en el país del norte, registra formalmente sus composiciones y se las presenta a los artistas que ha conocido, quienes las tocan y las graban con gran éxito. El primero es Mike Hernández, a principios de la década de 1960, quien graba sus composiciones Nostalgia borinqueña y Tatiana, interpretadas por el gran Chivirico Dávila. La Orquesta Broadway hizo Noches caraqueñas y Vicentico Valdés, el bolero Ya no.

Luego de cumplir su servicio en Venezuela, vuelve a Nueva York, esta vez con su esposa e hijas y con el proyecto de fundar su propia orquesta. Comienza tocando en las de Kenny Gómez, Manolín Campos y Chuito Vélez, pero no gana lo que esperaba, por lo que comienza a trabajar como promotor en el sello disquero Seeco. En 1967 aparece su primer LP para esta productora: Presentando a Juan Sedes y su Orquesta con Vitín López, El Cantante de la Salsa. En este disco graban, entre otros, Richie Ray (piano) y Bobby Cruz (coro), además de los venezolanos Leo González (coro) y Carlín Rodríguez (coro).

Pluma acústica | Johnny Sedes

En 1969, graba para el sello Fonseca Records su segundo disco, uno de los más importantes de su carrera: Mamá Calunga. Con esos dos LP estuvo sonando bastante en la radio y tocando en buenos clubes de baile por seis años. Además, seguía componiendo para otros artistas de la escena musical de Nueva York. Esa fue una época muy significativa para Johnny Sedes.

Pluma acústica | Johnny Sedes

Regreso a sus raíces

En 1973, volvió a Venezuela invitado por el empresario Jesús Antón, quien le pidió organizar una orquesta para acompañar a los cantantes del sello Fania cuando venían de visita al país sin sus respectivas orquestas, lo que se traducía en ahorro en cuanto a pasajes aéreos y logística para la disquera. Aprovechó su estadía en Venezuela para crear en 1975 Cuando quiero grabar no grabo, con el sello Discomoda. Asimismo, en 1977, con CBS, el LP: Vuelo CBS, Nueva York-Caracas. Ambos discos tuvieron gran promociónsin embargo, Sedes decidió volver a Nueva York en 1979.

Pluma acústica | Johnny Sedes

Ya de regreso en la Gran Manzana, comenzó a trabajar en su álbum Acabando. Este disco salió a la venta en 1986; en él participaron otros venezolanos de gran nivel musical: Orlando «Watusi» Castillo (voz), Alfredo «Cutuflá» Franchesqui (timbales) y Rolando Briceño (saxofón). Era la época del ocaso de la salsa, que estaba siendo destronada por el éxito comercial del merengue y, aunque aún había trabajo, no se cubrían las expectativas de Sedes, quien en 1989 se muda a Puerto Rico, donde la salsa todavía estaba sonando bastante.

Pluma acústica | Johnny Sedes

Volvió a otra vez a Venezuela a principios del año 2000 y participó en el proyecto Venezuelan Masters, liderado por el percusionista venezolano Gerardo Rosales. Con este proyecto viajaron a varios países, dejando muy en alto nuestro tricolor.

Johnny Sedes abandonó este plano el 24 de enero de 2021, dejando un extraordinario legado musical, lamentablemente poco conocido en Venezuela. Desde Pluma acústica rendimos este humilde homenaje a uno de los más importantes exponentes de nuestra música.

Kike Gavilán


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