Revista Filosofía
Heráclito -conocido también como El Oscuro de Éfeso- vivió hacia comienzos del siglo V a.C. Fue natural de Éfeso, ciudad de la costa occidental del Asia Menor. Como los demás filósofos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos de sus obras, y en gran parte se conocen sus aportaciones gracias a testimonios posteriores. Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. Que el ente deviene, que todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa. Heráclito afirma que el principio de todo es el fuego, pero no debe entenderse como en la Escuela de Mileto que se trata del arkhé o principio sustancial sino que significa “principio” en el sentido de origen (del modo en que hoy se especula con una Gran Explosión inicial que originó todo) De ahí que pueda considerarse un pluralista porque no reduce los otros tres elementos a éste. El principio del fuego refiere al movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo. Esta permanente movilidad se fundamenta en una estructura de contrarios que fundamenta la doctrina del Eterno Retorno -que fascinó a F. Nietzsche- la transformación universal tiene dos etapas que se suceden cíclicamente: una descendente por contracción o condensación, y otra ascendente por dilatación.
Todo este fluir está regido por una ley que él denomina Λόγος (Logos). Al uso de los sentidos y de la inteligencia, hay que agregarle una actitud crítica e indagadora. La mera acumulación de saberes no forma al verdadero sabio, porque para Heráclito lo sabio es "uno y una sola cosa", esto es, la teoría de los opuestos:
...ποταμοις τοις αυτοις εμβαινομεν τε και ουκ εμβαινομεν, ειμεν τε και ουκ ειμεν τε
... En el mismo río entramos y no entramos, pues somos y no somos.
Su filosofía se basa en la tesis del flujo universal de los seres: "Panta rei" (πάντα ρει), todo fluye. El devenir está animado por el conflicto: "La guerra (pólemos) es el padre de todas las cosas" _
Empédocles de Agrigento (de quien se sabe que alcanzó la madurez en torno al 450 a. C.), fue un filósofo y político democrático griego. Cuando perdió las elecciones fue desterrado y se dedicó al saber. Postuló la teoría de las cuatro raíces, a las que Aristóteles más tarde llamó elementos, juntando el agua de Tales de Mileto, el fuego de Heráclito, el aire de Anaxímenes y la tierra de Jenófanes las cuales se mezclan en los distintos entes sobre la tierra. Estas raíces están sometidas a dos fuerzas, que pretenden explicar el movimiento (generación y corrupción) en el mundo: la atracción de una raíz por otra distinta (llamada metafóricamente “Amor”) y la repulsión por lo semejante (“Odio”). Los cuatro elementos y las dos fuerzas que lo mueven explican asimismo el conocimiento, según el principio de que lo semejante se conoce con lo semejante. Las cosas emanan flujos que, pasando a través de los poros de los elementos, determinan el contacto y el reconocimiento. Por lo tanto, el conocimiento tiene un origen material, por contacto de los cuerpos externos con nuestro propio cuerpo (Esto es mencionado por Platón en el Menón, diálogo que era objeto de estudio en el Segundo de Bachillerato LOGSE)