Plus de felicidad a través de la decoración

Hoy me desvío un poco de la tónica general del blog pero siguiendo con el hilo conductor de la decoración y el papel que tiene en nuestras vidas o que quizás debería tener.
¿Cuántas veces cada día millones de personas se preguntan qué hacer para ser felices?
Mi respuesta es clara y rotunda, hay que intentar vivir en consonancia con lo que somos y lo que creemos, en sintonía y responsabilidad con nuestros valores, convicciones y deseos. Y eso no es fácil. Porque el primer trabajo es mirar hacia dentro y hacer el análisis objetivo de quiénes somos y qué queremos para nosotros y para nuestra que nuestra individualidad sea sólida y alcanzable.

Foto de Death to Stock Photo con textos de Doctora Vintage

Si introducimos aquí la decoración y analizamos dónde vivimos, de quién y de qué nos gusta rodearnos, es fácil darnos cuenta de que es fundamental que el estilismo de nuestros hogares esté alineado con cómo somos, con nuestras creencias y con nuestros gustos y particularidades.
A mí por ejemplo me gusta lo antiguo, lo viejo, lo vintage. Cosas y más cosas que tienen algo especial y único, con historia, con pasado. Me gustan la música y el arte. Me gusta el olor a papier d'Armenie, la luz natural y que corra el aire. Estar tumbada o andar descalza. Me gusta el vino, comer bien, reír y conversar.
Soy muy ecléctica y algo freak y me gusta ser así. Tengo un punto Frida Khalo en el uso del color en decoración y me gustan los estampados extremos. No le temo a la mezcla ni al riesgo.
¿Y qué hago? Pues dentro de mis posibilidades económicas, de espacio, orden y necesidades, intento que mi hogar sea un reflejo de quién soy y de lo que me gusta, porque consiguiendo un ambiente así, me siento infinitamente mejor y, por tanto más feliz, vital y satisfecha.

Foto de Death to the Stock Photo con textos de Doctora Vintage

Colores pigmentados, piezas recuperadas, objetos especiales, centenares de discos y libros. Láminas y cuadros. Cojines mullidos y bonitos con flores y prints de leopardo. Un suelo de madera sobre el qué da gusto caminar. Velas y platitos donde quemar mis inciensos. Ventanas abiertas, luz a raudales. 
Una cocina limpia y práctica con los utensilios colocados en botes antiguos. Jarrones con toques de flores silvestres. Blanco impoluto y madera en mi habitación, salpicada de detalles especiales. Un despacho lleno de papeles, rotuladores, pinceles y artilugios que dicen a gritos "aquí trabaja alguien", tableros de inspiración y recortes por todas partes. Montañas y montañitas. Olor a café. 
Esa es mi casa. Esa soy yo.
¿Crees que vives como te gustaría vivir? ¿Sabes lo que te gustaría cambiar? ¿Es posible? ¿Qué puedes hacer para dar un giro y conseguirlo?*¿Porqué habitualmente ocurre que sabemos que hay cosas que no nos acaban de gustar y no damos el paso de buscar ese "qué" y pasar a la acción? 
A menudo las cosas son tan simples como dedicar un ratito a conocernos mejor. Yo en su día lo hice y me vino fenomenal en muchos aspectos de mi vida.

Foto original de Doctora Vintage

Si eres de dudar y de no acabar de poder salir de tu zona de confort, te animo a que lo hagas, porque vale infinitamente la pena intentar ser más feliz quizás Eva de Nuevas Ideas Nuevos Comienzos pueda ayudarte con sus consejos para personas multiapasionadas. 
Te lo recomiendo si, como yo, eres de l@s que necesitamos estar contínuamente haciendo cosas y nos frustramos por no dar abasto o por no acabar las cosas que comenzamos o por no focalizar en aquello prioritario. 
Y si tienes claro lo que quieres pero te falta algo de enfoque en cuanto a tips básicos y prácticos a la hora de decorar, Anna de Anna&Co. te cuenta cada semana sus consejos sobre cómo decorar para una vida mejor.
Un beso y feliz día.

G

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