El pacto alcanzado entre PNV y PP para aprobar los presupuestos de la Diputación de Bizkaia abre, sin duda alguna, la puerta a entendimientos futuros. Las elecciones autonómicas, previstas para marzo de 2013, pueden adelantarse ante la debilidad del Gobierno de Patxi López y la ausencia de la izquierda abertzale del Parlamento vasco en un contexto de paz. En Euskadi no caben las mayorías absolutas y las fuerzas políticas están obligadas a buscar acuerdos entre ellas, quieran o no. El giro del PP de Antonio Basagoiti hacia posturas más moderadas, unido al pragmatismo del PNV, permite hacer todo tipo de quinielas. PNV y Amaiur son adversarios en las urnas y el PSOE no está para nada después del descalabro del pasado 20N. En este escenario, cada vez son más quienes vislumbran una nueva etapa en la que PNV y PP podrían ser no sé si amigos, pero sí socios. Sólo el tiempo lo dirá.