Va un niño por la calle con su madre y le atropella un coche. La madre
muy asustada lo lleva corriendo al médico y le dice al doctor:
- Ha atropellado un coche a mi hijo, por favor haga algo para salvarlo.
El doctor le mira muy bien y después de un rato le dice a la madre:
- Desnúdese.
Ella, muy asombrada, le dice:
- ¡A mi no me pasa nada, es mi hijo quien está accidentado!.
El médico le dice:
- Sí, ya lo sé, pero es más fácil hacer otro que arreglar este.