Revista Medio Ambiente
La anunciada ola de frío al final no dejó apenas nieve en cotas bajas, al menos en Asturies, no porque la temperatura no hubiera bajado lo suficiente, sino porque apenas hubo precipitaciones de ningún tipo. Hoy domingo si ha llovido y sigue lloviendo, pero las temperaturas han subido y por eso la cota de nieve ha ascendido hasta los 1000 metros o poco menos.
Este invierno está siendo inusualmente cálido y apenas ha nevado en las montañas, cuando otros años a estas alturas ya llevaban cubiertas desde hacía meses. La falta de nieve no sólo afecta a las estaciones de esquí, como parecen empeñarse en decirnos en todos las noticias. La falta de acumulaciones de nieve en las montañas tiene consecuencias mucho más graves, ya que con la llegada de la primavera son las que llenarán los acuíferos, lo que afectará al ciclo del agua y también al abastecimiento de agua potable para consumo humano. Esta falta de nieve está directamente relacionada con el calentamiento global, como ya predecían varios modelos climáticos desde hace varios años.
He querido ilustrar esta entrada con unas fotos de hace unos cuantos años, en estas mismas fechas, tomadas durante unos muestreos en el curso medio de Dobra, en la majada de Ceremal, cuando la nieve cubría todo el valle de Angón y las montañas de los alrededores (pinchad para verlas a mayor tamaño).
Si os interesa el tema de meteorología y los efectos de la misma sobre la fauna, os recomiendo que visitéis el blog ISOCERO, de Jorge Valella, una auténtica gozada. Por cierto, en las últimas entradas del blog está haciendo un interesante seguimiento de la ola de frío a tiempo real.