Un puf con la funda hecha polvo por el paso de los años. Ya no aguanta más detergente ni cepillazos… Está fea y grapada al pequeño puf y no parece intercambiable, pero… mi madre ya me está haciendo una funda nueva que dice que quedará bien…
Así que estaba el puf en una habitación, pasando el tiempo, esperando o su funda nueva o ser desterrado a un lugar con poca visibilidad.Y me encuentro con los rotuladores textiles y me digo: Total, ¿qué más da que pinte el puf? Y hago una prueba.
Me gusta el amarillo, el naranja y el rojo. Cuando me atrevo con el azul, creo el fail de este puf. Un error. Azul. Menos mal que es un trozo pequeñito…Dejo los rotus allí, encima, y cada vez que paso por delante de la habitación, entro y pinto un espacio…Poco a poco. Y va cogiendo una extraña forma pop… Y dudo del puf y su estampado improvisado, pero…me gusta plantarme delante y pintar con los rotuladores.Me va a saber mal poner la funda…