Revista Educación
Artículo publicado por Marco Marchioni el 3 de enero de 2017 en el blog INSTITUMM
El último año ha sido útil sobre todo porque, a pesar de algunos exabruptos, el Parlamento ha vuelto, en parte, a encontrar su auténtica función: constituirse en la sede del poder legislativo saliendo de la malsana dependencia del poder ejecutivo, dependencia establecida y fortalecida por el dominio del bipartidismo y de las mayorías absolutas (puras o impuras). Se trata de un avance importante, aunque no definitivo, que hay que seguir afianzando a través de unas nuevas formas de relación entre todas las fuerzas políticas, centradas en contenidos reales que permitan vislumbrar las mejores soluciones posibles a los muchos problemas existentes.Si en la vida parlamentaria se ha avanzado, en el terreno de la democracia participativa no es posible constatar nada similar, más bien lo contrario, ya que en variadas ocasiones parecen haber prevalecido lógicas y comportamientos de la ‘vieja política’ y otras cuestiones que han hecho pasar a un segundo plano temas que anteriormente habían sido valorado como prioritarios: la participación, la democracia interna y los demás temas emergidos con fuerza en el 15M y que han llevado al nacimiento de los nuevos partidos y a una nueva visión y praxis de la política.En la experimentación y en la innovación democrática, el panorama se ha llenado de elementos confusos y las pocas y puntuales iniciativas desarrolladas en este terreno ni constituyen referencias para avanzar, ni han tenido continuidad.En las fuerzas políticas han prevalecido las cuestiones del poder. A la crisis que ha desgarrado internamente al Psoe se han sumado las luchas internas en Podemos y un cierta pérdida de papel y de sitio de Ciudadanos…Todo ello ha hecho sí que la batalla para un avance significativo en el terreno de la democracia participativa se haya ofuscado. Nadie puede saber en qué medida todo esto influirá y qué nivel de desencanto y frustración haya podido generar.A pesar de todo seguimos pensando que más pronto que tarde habrá que retomar este camino ya que sin ello todo va a parecerse demasiado a la vieja política y no va a ser posible un avance social como el que se necesita .