"Pocos cobardes conocen la magnitud de su miedo"

[Este texto se ha publicado en la edición impresa del periódico Escaparate de ayer viernes, 4 de febrero de 2011. Me he limitado a añadir algunos enlaces para facilitar la comprensión del texto]
Tengo que admitir que aparecer como imputado en una querella por alzamiento de bienes y estafa no es la mejor carta de presentación para un político, ni de derechas ni de izquierdas. Ya me gustaría a mí poder aclarar ese asunto antes de las próximas elecciones municipales, pero tenemos el sistema judicial que tenemos y, aunque confío plenamente en la justicia, falta mucho para ver acreditada mi inocencia.
Mayte Parra lo sabe y quiere hacer leña del árbol caído. Su actitud es cobarde porque sabe, como abogada que fue, que me debo al secreto profesional. Por muy conveniente que sea para mi faceta política contar pelos y señales de esta falsa imputación, mi obligación como abogado es no desvelar ningún dato de un asunto que está sub iudice y, mucho menos, información confidencial que pueda afectar a la defensa de mis clientes. Por lo tanto, Mayte Parra sube al ring a boxear contra un rival que tiene las manos atadas, al que puede golpear sin riesgo, hasta que brote esa sangre que tanto ansía.
Mayte Parra le manda cartas a la Coordinadora de EUPV porque no se atreve a decir las cosas a la cara, ni a Marga Sanz, que la tiene de compañera en Les Corts, ni a mí, que vivo en su mismo pueblo. Mayte Parra me exigió disculpas públicas y privadas tras el incidente que tuve en su despacho hace tres años, y, aunque se las di y me las aceptó, no pierde la ocasión para sacar a relucir el asunto (como si disfrutase revolcándose en su propio fango).
Si Mayte Parra ha decidido recurrir a este juego sucio es porque no tiene otro remedio. A falta de poder airear con orgullo el resultado de su gestión en el Ayuntamiento de Ibi durante los cuatro últimos años, en ausencia de un grupo cohesionado, ante el abandono, dimisión, imputación o renuncia de tantos Concejales a los que ella avaló en su momento; no le queda otra opción que airear cuestiones personales, empresariales o profesionales de los miembros de la oposición, aunque no tengan relación alguna con su actividad como Concejales.
Desde aquí insto a Mayte Parra a mantener conmigo un combate dialéctico estrictamente político. Reto a la Alcaldesa de Ibi a un debate público, en directo, en un medio de comunicación neutral, cuyo contenido sea hacer un balance de su gestión en la presente legislatura. Ella podrá poner sobre la mesa todas sus inauguraciones y yo podré exhibir todas las irregularidades cometidas. Ella podrá hablar del dinero que se ha traído a Ibi y yo hablaré del que se ha sacado. Ella enumerará sus éxitos y a mí me faltará tiempo para detallar los fracasos. Ella sabe, como yo, que el balance final arroja un saldo muy negativo, y eso la asusta. Tiene mucho miedo, pero muy poca vergüenza.
[La frase del título es de Shakespeare, que escribió mucho sobre la cobardía y la traición]
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