No solo de noches de ánimas vive el hombre, que ha sentido miedo de los fantasmas el resto de días del año que no son la noche entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre. En nuestro caso, los periódicos narran supuestos casos de casas encantadas a lo largo de toda la geografía asturiana y de todo el siglo XX. Las llaman 'las casas de los duendes'