Podemos hacer varias cosas, bueno la verdad, no muchas, sobre todo si queremos hacerlas todas al mismo tiempo, eso ya es para nota y lo hacen divinamente muchas mujeres.
Podemos, por ejemplo ver el fútbol, ese invento hipnotizador de problemas, al menos momentáneo, y la verdad al que no le guste, pues que no lo vea y santas pascuas.
Podemos, también enojarnos en nuestro interior por saber que nuestro equipo nacional de España, si gana el mundial, percibirán cada uno del equipo un pastón.
Podemos por supuesto colocarnos delante de la pantalla de TV y ver cómo entronizan al nuevo rey Felipe VI y cómo recorrerá después el dentro de Madrid hasta el Palacio Real, y saludar a las dos reinas y a los dos reyes.
Podemos leer el último libro que tenemos en la pila de libros pendientes y 'devorarlos' o no.
Podemos echar un vistazo al nuevo PIB que se ha engordado gracias al añadido que producen el impacto de las drogas y la prostitución en nuestra economía. No entiendo como no se incluyó en el cálculo de nuestro PIB desde el principio ya que seguramente hubiera influido en los numerosos recortes que Bruselas nos ha impuesto y que nos han hecho polvo.
Podemos acercarnos a los partidos políticos para ahondar en sus crisis internas que se proyectan externamente en los ciudadanos y dan mucho 'juego' en las 'charletas' políticas y tertulias varias.
Podemos aproximarnos a una agencia de viaje y entrar a por unos folletos y empezar a soñar en unas vacaciones, pero claro aunque de momento no tengamos que pagar ninguna tasa por soñar, cuando terminemos nuestro sueño, seguramente caigamos en una depresión.
Podemos también resignarnos de todo lo que nos ocurre y quedar mirando a las estrellas, por si avistamos algún ovni y que sus tripulantes puedan por fin salvarnos de esta espantosa crisis.
Podemos o no podemos.