Podemos es
Nacieron supuestamente para salvar el mundo y acabar con la corrupción y con el PPSOE, pero o han cumplido efectivamente nada de lo que prometieron y han hecho todo lo que criticaban y no ha hecho más que sumar a su trayectoria política una retahíla de procesos judiciales que le retratan como un socio de gobierno indigno y, sobre todo, envuelto en ilegalidades constantes.
Ni se han acercado a nada de lo que prometieron y han fracasado. Solo han conseguido poner a media sociedad en contra (y por debajo) de la otra media por el hecho de ser hombres. Es ahí por donde se han desangrado. Han quedado como el voto de los marginales y las mujeres que quieren privilegios.
Hoy se aprovecha de los mismos aforamientos «de casta» que quería erradicar. Tiene a sueldo a imputados y condenados que no dimiten.
Historia
Nació en 2014, aprovechando el espíritu perroflático del 15M. Iñigo Errejón, un niño que se perdió en el Mercadona y un bolivariano Juan Carlos Monedero eligieron a Pablo Iglesias como líder, ya que se curtió como tertuliano presentando La Tuerka y posteriores apariciones en Intereconomía, y los distintos espacios de La Sexta y Cuatro.
Su discurso cala rápidamente y en el que el término "casta" entra con éxito en la agenda pública.
Nacen los circulos, agrupaciones de las cuales van emanando las ideas que definen las propuestas y que al final se hace lo que a Iglesias le sale de los cojones.
Purgas
Tras su derrota en Vistalegre II frente a Iglesias, Íñigo Errejón fue purgado de la dirección y acabó formando una plataforma junto a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, con la que se presentó a las elecciones autonómicas. Sin una renuncia formal, Iglesias lo purgó.
Otra de las pérdidas más significativas, que anunciaba ya la debacle de las pasadas elecciones, fue la de Pablo Bustinduy, uno de los dirigentes más preparados, que renunció a encabezar la lista europea y abandonó luego la secretaría de relaciones internacionales y la política, decepcionado con Iglesias y más cercano a las tesis de Errejón.
También purgó a Ramón Espinar, que fue uno de los hombres más cercanos a Iglesias, y que renunció al liderazgo en Madrid tras negarse a aceptar una orden suya de encabezar una lista alternativa a la de Errejón.
Desde entonces las purgas han sido la norma o dimisionarios desencantados. En ocasiones eran decapitadas directivas enteras de una comunidad autónoma como por ejemplo La Rioja en abril de 2015.
Pablo Echenique llegó incluso a ser purgado de su cargo de secretario de Organización tras los desastrosos resultados de las municipales y autonómicas de 2019 para volver a ser rehabilitado en el cargo que ocupa actualmente de portavoz en el Congreso.
Declive
Se convirtieron rápido en casta. Pablo Echenique fue condenado por haber tildado de «violador» a un inocente. Ya cargaba con otra sanción administrativa por no haber dado de alta en la Seguridad Social a un asistente personal, algo que ya de por sí demuestra que el discurso como protectores de los más desfavorecidos es solo una estafa moral más en el ideario de Podemos.
Su portavoz en Madrid, Isabel Serra, también tiene una condena penal por agresiones a la Policía durante una manifestación. Lo mismo ocurre con su diputado Alberto Rodríguez.
Monedero fue penalizado por tratar de burlar a la Agencia Tributaria ocultando pagos de casi medio millón de euros.
En 2020 apenas diez meses de gobierno de coalición bastaron para dar la razón a aquellos que avisaron de que el pacto con el PSOE hundiría en la irrelevancia a Podemos.
Además Pedro Sánchez se pasa por el forro la coalición y se la ha metido doblada en varias ocasiones.
Durante ésta se fusionó Bankia y Caixabank y no se enteraron hasta que salió en la prensa. También dejó que el Emérito se largara del país con sus millones. Lo de las paguitas prometidas fue un fiasco.
Eso sin mencionar el tremebundo ridículo de la Ley de libertad sexual.
Para colmo empezó a salir mierda y los primeros casos de corrupción (Caso Dina y Caja B).
Seguramente acabe humillantamente absorvido por IU en el futuro.
Y ya estaria... Difundid la palabra