La amenaza de Podemos alcanza también a mayorías muy sólidas y antiguas en las autonomías, incluyendo a Cataluña, donde amenaza el dominio de los nacionalistas e independentistas, arrebatando cientos de miles de votos a CIU y ERC, a Andalucía, donde aplasta a IU y reduce notablemente los votos del casi invencible PSOE, Extremadura, donde ya es la fuerza decisiva para gobernar y otras autonomías, donde serán vencedores o tendrá que contarse con ellos para formar gobierno.
¿Por qué Podemos crece de manera imparable a pesar de que el sistema, con su poderoso aparato de propaganda, intenta desacreditarlo? La respuesta es simple: los ciudadanos rechazan con tanta vehemencia a los viejos partidos corruptos que apoyarán a Podemos para vengarse, sin analizar demasiado sus propuestas. Podemos, en España, es un instrumento de venganza cívica contra canallas, chorizos, delincuentes y abusadores políticos.
El fenómeno de Podemos está siendo ya estudiado como modelo de ascenso vertiginoso y como producto del rechazo ciudadano a partidos degradados en los grandes centros de estudios políticos y universidades del mundo. La conclusión principal que emana de esos análisis es que los partidos políticos españoles y el mismo sistema han alcanzado niveles intolerables de abuso y desprecio a la democracia, provocando en los ciudadanos una oleada imparable de rechazo, desprecio y deseos de venganza.
Otra de las conclusiones alcanzadas es que determinados partidos políticos, como los españoles PP y PSOE, al sobrepasar con frecuencia la línea roja porque anteponen una y otra vez sus intereses al bien común, se envilecen tanto que llegan a ser incapaces de corregir su rumbo y de eliminar su letal distanciamiento de la democracia, de la decencia y del ciudadano, lo que los convierte en partidos pervertidos e inservibles para un sistema auténticamente democrático y justo.
Los ciudadanos exigen a los grandes partidos cambios profundos, regeneración auténtica o una refundación, pero los viejos partidos son incapaces de hacer otra cosa que pequeños cambios falsos, cosméticos e hipócritas, erróneamente convencidos de que el rechazo ciudadano es pasajero y terminará cuando acabe la crisis y regrese la bonanza económica.
Gracias al rechazo ciudadano a la vieja "casta" y al profundo deterioro de los grandes partidos políticos españoles, Podemos, convertido en una caja donde millones de españoles depositan sus esperanzas de cambio y su deseo de venganza contra los viejos partidos, está creciendo como la espuma sin hacer campaña y sin gastar dinero, impulsado por los escándalos y por el imparable odio de los ciudadanos a los políticos que les han arruinado, que han deteriorado la convivencia y convertido el país en un basurero corrupto y lleno de empresas cerradas, desempleados, enchufados políticos cargados de arrogancia y nuevos pobres.
