Revista Sociedad

Podemos, el 15-M y la verdad moral

Publicado el 17 septiembre 2019 por Abel Ros

La verdad lógica, en términos filosóficos, es la adecuación entre lo que se dice y la realidad sobre la que se habla. Así, por ejemplo, si sostenemos un libro y decimos: esto es un libro, estaríamos ante este tipo de verdad. Un tipo de verdad que hoy, más que nunca, está en crisis. Una crisis de verdad que se manifiesta, muy de cerca, en los ámbitos de consumo. Otro tipo de verdad es "la verdad moral". Se entiende por esta a la correspondencia entre lo que decimos y lo que pensamos o hacemos. En el primer caso - la correspondencia entre lo que decimos y pensamos - existe una traición a la misma. Una traición que se conoce con el nombre de hipocresía. Decimos, aplicando la espiral del silencio, aquello que piensa la mayoría del rebaño aunque en nuestros intramuros, en ocasiones, pensemos lo contrario. En el segundo caso - la coherencia entre dichos y hechos - se maltrata, y mucho, desde las tribunas de la política. A lo largo de la democracia cualquier partido - unos más que otros - han cometido este desliz a lo largo de su periplo.

El partido de Pablo Iglesias, por ejemplo, a pesar de ser un hito en nuestra historia democrática, ha pecado de muchas contradicciones. La primera, y más grave de todas: la crítica hasta la saciedad del sistema capitalista - los hombres de negro, "la casta" y el establishment de la banca - y su inclusión en el mismo. Entrar en la partidocracia fue, como dicen en la calle: "comida para hoy y hambre para mañana". Y lo fue porque Podemos pasó de ser "críticos de cine" a protagonistas de la película. Algo nefasto, queridísimos lectores, para hablar con objetividad desde los micrófonos de la Tuerka. La segunda contradicción, y no por ello menos grave, fue la casa de Pablo Iglesias. A pesar de ejercer el derecho a la propiedad, de actuar en libertad y de gastar su dinero de forma libre en los bienes de su elección; muchos ciudadanos no lo entendieron así. Y no lo entendieron porque sus votantes se identifican, en su mayoría, con la forma de vida de quien vivía en el barrio humilde de Vallecas. Otra mancha moral fueron las supuestas irregularidades en la relación laboral de Echenique y su asistente doméstico. Supuestas irregularidades que contaminaron, de alguna manera, la defensa a ultranza de los derechos del proletariado.

Otra incoherencia ha sido la contradicción entre el pensamiento antimonárquico de Podemos - defensa de un referéndum para la elección de la forma de Estado - y la llamada reciente a la mediación de S.M. en el desaguisado político. Resulta paradójico que se haga crítica de ciertas instituciones - como por ejemplo, la monarquía - y se apele a su función - la intermediación - para la formación de gobierno. Aparte de Podemos, Ciudadanos y ciertos "jarrones chinos" también han sido incoherentes entre sus dichos y hechos . Estas incoherencias políticas o contradicciones morales son la evidencia de la crisis de principios que vivimos. Hoy, el relato político - de Podemos y de la mayoría de partidos - carece de sólidos principios ideológicos. El déficit de verdad moral, en el ámbito de la política, explica la desafección que mucha gente tiene, tenemos, por la política. Y la tenemos porque nos hemos olvidado de pedir cuentas a nuestros responsables políticos. La última vez que lo hicimos fue hace ocho años con el movimiento 15-M. Un movimiento que escenificó el malestar social contra el maltrato político de la verdad moral y que sirvió, paradojas de la vida, de telón de fondo para el relato de Podemos.

Por Abel Ros, el 17 septiembre 2019

https://elrincondelacritica.com/2019/09/17/podemos-el-15-m-y-la-verdad-moral/


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