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Podemos, en catalunya

Por Mbbp
dic
23
2014 actualidad // Política // sociedad

PODEMOS, EN CATALUNYA

Author Escrito por Miguel Benavent de B.   Comments Sin comentarios

Podemos en Catalunya

Este pasado fin de semana el nuevo partido político Podemos organizó su aterrizaje en Catalunya, de la mano de su líder y secretario general, Pablo Iglesias. 3.000 asistentes en el Pabellón de la Vall d’Ebron y 2.500 personas sin poder entrar, por exceso de aforo. Todo un récord, superando a los partidos políticos mayoritarios que ya no logran movilizar a tanto público jóven, ni siquiera entre sus afiliados. Hay curiosidad y algo de morbo por saber qué hará Podemos y qué aportará a la democracia un nuevo partido que se basa en el poder popular y liderado mayoritariamente por los jóvenes. A pesar de ello, entre el público asistente, personas de toda edad, condición y sexo. Y mucha expectación.

Los medios y tertulianos del “stablishment” comentan a posteriori el fiasco en su imagen en esta primera aparición pública en Barcelona, al haber manifestado estar en contra del “derecho a decidir”, punto innegociable actualmente en Catalunya. El derecho a decidir hoy es la huida hacia adelante para recobrar la ilusión por un proyecto nuevo, en el que todo está por hacer, dejando atrás la corrupción sistémica tan bien arraigada en la política tradicional en España y en Catalunya. Hecho evidente que trae consigo la falta de credibilidad de la actual clase política, la degradación de las instituciones y la práctica aniquilación de la necesaria separación de poderes (legislativo, ejecutivo, etc.), tras los últimos escándalos políticos, como la trama Gürtel, los ERE’s en Andalucia, el caso Noos, el caso Palau o el de la familia Pujol, entre otros muchos otros casos de corrupción y de financiación ilegal de los partidos y lucro personal de algunos, que salpican por igual a partidos de todo signo y a los sindicatos, además de a otras personalidades e instituciones.

El caso es que, sin siquiera haber llegado al poder, Podemos está en el punto de mira de aquí y de allá, en España, en Catalunya y en Europa entera. Es un partido que podríamos llamar del “nuevo paradigma” y que, al parecer, marcará un antes y un después en la política de Occidente. Hoy todos los políticos, sindicatos y organizaciones de todo tipo lo ningunean, mientras investigan celosamente -e incluso difaman, públicamente- a sus miembros destacados en busca de debilidades, corruptelas y de trapos sucios, para intentar paliar su tremendo, imparable e inesperado ascenso a la cima del poder, según preveen las encuestas de intención de voto. Mucho miedo ante un evidente y necesario cambio del hacer político y social en un país sin salida y condenado al cada día mayor desequilibrio económico y social, a la falta de ilusión de los jóvenes y a un neoliberalismo desaforado y arcaico y cuya corrupción nos cuesta unos 40 ó 50.000 millones de euros al año, según Gay de Liébana.

No sé que pasará con Podemos y si logrará salvar el ataque de que son presa por la España reaccionaria, corrupta y trasnochada, ya sea de derechas o de izquierdas. Si serán capaces de liderar la voz del pueblo llano o si resistirán el embate de la comunidad internacional y del poder económico, omnipresente y todopoderoso. Pero reconozco que me atrae el que un grupo de jóvenes universitarios “jasp” (“jóvenes aunque suficientemente preparados”) hagan tambalear un mundo que se autodestruye con un sistema que ya huele a podrido. ¿Lograrán recuperar la Democracia, hoy puesta en duda y ultrajada por los mismos que se autodefinen como padres de ella? ¿Conseguirán el cambio y la verdadera transición que todos los políticos en su día prometieron y abandonaron a cambio de dinero y poder, para sus bolsillos? ¿Lograrán romper las dos españas clásicas y crónicamente enfrentadas, imponiendo la ilusión, la sensatez, la justicia real y la mayor participación ciudadana? ¿Quien sino los jóvenes idealistas -aunque inexpertos- serán capaces de realmente regenerar la política y las instituciones, que falta nos hace? ¿Lograrán convencernos que a veces “es mejor bueno por conocer, que malo conocido” o al final vencerá la resistencia o el miedo al cambio?


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