Revista Salud y Bienestar
Los investigadores
del Instituto de Biología Molecular (IMB) en Mainz, Alemania, han hecho un gran
avance en la comprensión del origen del proceso de envejecimiento. Ellos han
identificado que los genes pertenecientes a un proceso llamado autofagia son
los que promueven la salud y la aptitud en los jóvenes, pero son los que
impulsan el proceso de envejecimiento más adelante en la vida. Esta
investigación publicada en la revista Genes &
Developmentdaarroja las primeras
pruebas claras de cómo el proceso de envejecimiento surge como un capricho de
la evolución. Estos hallazgos también pueden tener implicaciones más amplias
para el tratamiento de trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer, el
Parkinson y la enfermedad de Huntington, donde está implicada la autofagia. Los
investigadores demostraron que al promover la longevidad a través del cierre de
la autofagia en los viejos hay una fuerte mejora en la salud de todo el cuerpo
neuronal y posterior. La Investigación encontró una serie de genes implicados
en la regulación de la autofagia, que aceleran el proceso de envejecimiento. El
proceso de autofagia es un proceso crítico de reciclaje en la célula, y por lo
general se requiere para vivir una vida normal. Se sabe que la autofagia se
vuelve más lenta con la edad y los autores de este trabajo muestran que parece
que se deteriora completamente en los más viejos. El cierre de los genes clave
en la iniciación del proceso permite vivir más tiempo. La autofagia casi
siempre se considera benéfica, aunque apenas funcione, pero en vez de eso hay
graves consecuencias negativas cuando se rompe y entonces es mejor evitarlo
todo.