Podemos, la alternativa democrática

La gran cosecha de votos obtenida en las elecciones al parlamento europeo por la formación Podemos, encabezada por Pablo Iglesias, demuestra claramente el hartazgo de la sociedad española de la anquilosada política derivada de la Transición, el descrédito con respecto a los dos grandes partidos y la falta de confianza en la alternativa de la fuerzas de izquierda típicas como IU, además, deja entrever las ganas de buena parte de ciudadanos, especialmente entre los menores de 40 años, de un cambio de rumbo radical.

Todo esto lo corrobora claramente el hecho de que ningún partido político había conseguido en nuestra insigne patria, en cuatro meses unos resultados tan grandes y tan esperanzadores para sus intenciones políticas como ha obtenido Podemos en estos comicios. Algunos dicen que su gran acierto ha sido saber aprovecharse de las redes sociales para aglutinar el voto de los desengañados con los partidos tradicionales; otros creen que han sabido recoger la semilla que floreció a partir del 15m y la han convertido en un proyecto político serio, viable y centrado en una verdadera participación democrática arropada por la transparencia -sus cuentas están a disposición de todos los ciudadanos en su página web, así sabemos que su campaña ha costado 100.00 euros y que se la han pagado ellos mismos, no como las del PP o PSOE, cuyo gasto en la campaña electoral se niegan a hacer público así como la procedencia de su financiación-, la defensa de los derechos sociales y la continua denuncia de la injusticia canalizada en el alto índice de paro, en la ley que ampara los desahucios y en los recortes sociales, como la educación o la sanidad, sobre todo en la ley de dependencia.

Podemos está encabezado por Pablo Iglesias, profesor de universidad y frecuente tertuliano en diferentes programas de televisión, en los que ha tenido que hacerse oír frente a los casposos periodistas habituales, sin moral, sin escrúpulos y sin vergüenza, que concurren en algunas televisiones. Su gran mérito ha sido reflejar ese hastío de una gran parte de la sociedad, que ya no aguanta más estas políticas hechas a medida de los mercados, y ofrecer una alternativa de cambio que puede ser real si se lucha contra los tiranos que componen el bipartidismo.

¿Y a partir de ahora qué? Podemos ha entrado en Bruselas, pero que no se engañe nadie, sus 5 escaños no tienen peso para cambiar nada en Europa, sin embargo, han conseguido lo que no había conseguido nadie hasta ahora, meter el miedo en el cuerpo al PP y al PSOE, con una pérdida de 15 escaños entre los dos y que parecían vivir por encima del bien y del mal, comportándose como los dueños del cortijo. Eso se puede acabar. Aparte de constituir una alternativa, de momento y a diferencia de hace unos meses, los ciudadanos hemos recuperado la esperanza. Queda por ver, pues, si Podemos se convierte en una solución para el futuro o es sólo fruto de la rabia y el cansancio de los ciudadanos. Las próximas elecciones generales de 2015 serán su reto más importante y sin duda marcarán para bien o para mal su proyecto democrático.