Podemos: pueden y podrán

La irrupción de Podemos en el panorama político de España marca un hito, quizás sea la última etapa de la transición del franquismo a la democracia.

La prueba evidente de que Podemos representa algo nuevo es el miedo que se ha apoderado del estamento político establecido. Que de repente, un millón y cuarto de votantes hayan encontrado una forma de canalizar su indignación contra la caterva de chorizos que nos roban impunemente a diario desde las instituciones y desde los despachos de sus amigos, ha hecho que suenen las alarmas de la oligarquía política.

Y la reacción unísona de PP y PSOE ha sido la crítica infantil e indiscriminada hacia Podemos, sobre todo hacia su líder Pablo Iglesias. Me ha hecho mucha gracia ver en la prensa pagada por la derecha insultos puerriles constantes (falacia ad hominem?), tratando de desacreditar al líder de Podemos.

Creo que ese tipo de insultos son superfluos, en primer lugar porque sólo serán aceptados y seguidos por los propios seguidores de PP y PSOE, demostrando su falta de criterio. Y por otro lado consiguen que en los medios de comunicación aparezca constantemente la figura de Pablo Iglesias tapando la boca a la mínima oportunidad a cualquiera que intenta ridiculizarle.

Luego está la estrategia del insulto folclórico. Pablo Iglesias es proETA, es bolivariano y demás etiquetas facilonas y descontextualizadas. Cualquiera que admita esas tesis a pies juntillas se retrata como un acérrimo votante de la derecha, ya sea la encarnada por el PP o la derecha mentirosa del PSOE, que postula unas cosas y termina haciendo lo que le ordena quienes le financian. Tampoco se le puede tener mucho en cuenta porque quienes usan el nombre de ETA tratando de demonizar a muchos, luego alaban las bondades del régimen franquista e impiden que se rescaten de la cuneta a todos los que allí yacen desde hace casi 80 años.

Mientra UpyD todavía está perplejo ante el sopapo recibido en las elecciones europeas (sus previsiones eran mucho más ambiciosas que el resultado final obtenido), Izquierda Unida ha sacado a la palestra la figura de Alberto Garzón para tratar de tener una imagen similar a la proyectada por Podemos. A mi personalmente IU me decepcionó cuando tras las últimas elecciones andaluzas pactó con el PSOE, esto con Julio Anguita no pasaba…

En general se ha empezado a renovar el panorama, tratando de inyectar caras nuevas en los carteles para que la gente vuelva a creer en las mismas mentiras pero con maquillaje nuevo. El PSOE ha archivado a Rubalcaba y ha puesto a un chavalote con buena pinta, una mezcla entre Suárez y González. La casa real me ha hecho caso y ha puesto al último Borbón al mando. Mientras en el PP … (inserten aquí la onomatopeya de un grillo en una placentera noche veraniega).

Personalmente miro, como se puede deducir de las líneas anteriores, con curiosidad a Podemos. Creo que tras el populismo que tanto les gusta a todos los políticos de cualquier signo, Pablo Iglesias, tiene un carisma que envidian sus contrincantes. Estoy esperando a que hablen los hechos, y por el momento están siendo consecuentes con sus palabras, de modo que aunque hace varias elecciones que tengo mi derecho al voto guardado en un cajón para que no vea lo que hay en la calle, puede que lo saque para las próximas elecciones y pueda ayudar a renovar el sistema desde dentro. Espero que la próxima vez haya varios millones de personas apoyando el cambio de verdad que encarna Podemos.