Revista Opinión
Hace poco tiempo me decía un amigo que en realidad, muchas personas podrían renunciar a bienes que poseen y hacer un fondo en su comunidad para revertir en los que nada tienen.Así, visto en plan sencillo, puede parecer que llevaba toda la razón del mundo. pero me temo que muchas veces no es así.Le puse un ejemplo, que es como mejor se puede discutir un tema, ya que me parecía que no era tan fácil y algunas veces hasta prácticamente era imposible. Le dije, que imaginara que le tocara en una herencia (quiero decir le correspondiera, puesto que una herencia no te toca como si fuera una lotería) un edificio, prácticamente en ruinas, solo ese bien y nada de dinero.Era un ejemplo que se podría dar en la realidad. Entonces le pregunté: ¿tienes capital suficiente para arreglar el edificio?Me contestó de inmediato, que si el quería seguir manteniendo ese edificio, digamos por motivos sentimentales de quien lo había heredado, entonces acudiría algún banco para pedir un préstamo y poder rehacer el edificio, ponerlo en explotación para obtener ingresos.Pero yo le indiqué que supusiera que él no tenía bienes para avalar ese préstamo, que tendría que ser dicho préstamo de importe notable y la entidad financiera no se lo daría, pues con lo único que podría avalarlo es precisamente con el edificio casi en ruinas, y sólo tendría un valor el solar.Entonces me contestó que declararía el edificio en ruinas para demolerlo y lo vendería como solar a alguna mercantil que estuviera interesada.Al llegar a ese punto de la conversación, le dije: ¿te das cuenta que al final 'renuncias' al bien?Me contestó: si, pero obtendría dinero.Es cierto, pero ya no podrías comprar el edificio que seguramente haría la mercantil y lógicamente te lo vendería mucho más caro que lo que te dieran por la venta del solar.Así es que nos despedimos y me dijo: podemos renunciar.