por Adam Cohen
PODEMOS, todo una declaración de intenciones.
PODEMOS levantarnos las faldas para orinar en el medio la calle, también PODEMOS fotografiarlo, PODEMOS llamarlo arte social, acto subversivo o performance y PODEMOS, después, ser concejala de Barcelona, donde pondremos multas por orinar en la calle. O no, porque ya no será una falta sino una acción subersiva antisistema aplaudida por todo el Consistorio municipal.
PODEMOS destetarnos en una capilla para imponer nuestras ideas a los que no creen lo mismo que nosotros, diciendo que lo hacemos porque la capilla, por su mera existencia, nos está imponiendo sus creencias.Y, después, con la misma incongruencia,
PODEMOS sentarnos en el Consistorio municipal de Madrid para decidir qué comportamientos ciudadanos serán sancionables.
PODEMOS poner una bandera gay en los balcones del ayuntamiento, aunque no todos los madrileños son gays, y
PODEMOS,después, no querer poner belenes porque no todo el mundo es católico.
Es decir que
PODEMOS apoyar abiertamente a la minoría gay y lesbiana y, al mismo tiempo, PODEMOS despreciar a la mayoría católica, niños incluidos.
PODEMOS reclamar más guarderías para todos y todas, y después llevar a nuestro hijo lactante a nuestro trabajo y usarlo como reclamo publicitario de nuestra mentalidad libertaria, sin pensar ni un momento en qué es lo mejor para el niño, aprovechándonos además del privilegio de nuestro "trabajo como diputada" que nos permite hacer algo que ninguna trabajadora española puede hacer.
PODEMOS actuar simplemente de manera EXHIBICIONISTA,
SIN PENSAR en el fundamento ético de lo que hacemos.
Cuatro ejemplos del pensamiento político de la izquierda libertaria que parece estar en FASE ANAL del desarrollo psicosexual :
CACA CULO TETA PEDO PIS
y PILILA,
¡hala!
He aquí el que parece ser el verdadero ideario político y social de PODEMOS
El dogma sobre el que se fundamentan estos comportamientos es:
"El exhibicionismo es la mejor demostración de la libertad de expresión,
cuanto mayor es el atrevimiento, o la transgresión,
mayor será la libertad alcanzada."
Añadir leyenda
El exhibicionismo de la izquierda libertaria como arma de reivindicación política no es exclusivo del partido de Pablo Iglesias, ni es una gracia adolescente y aún menos una casualidad. Es, desgraciadamente, el eje principal de la ideología de la izquierda anticapitalista, enaltecida en filosofía, tras varias generaciones, hijas y nietas del movimiento libertario Hippy y del mayo del 68. La izquierda anticapitalista ha abrazado como ideario lo que es simplemente un estadio infantil del desarrollo psicosexual. En este grupo social, mientras, como hemos descrito, muchos están todavía en la fase buco-anal TETA CULO PIS , los más avanzados han llegado al estadio de la adolescencia, etapa en la que el enfrentamiento con el padre absorbe toda la energía y el pensamiento, y consistirá en contradecir sistemáticamente toda norma impuesta por los progenitores, porque "matar al padre" forma parte del proceso de maduración de la personalidad.
Según esta seudo filosofía libertaria que se presenta como anticapitalista y antiburguesa, las normas, usos y costumbres de los padres deben ser contradichos, ridiculizados, negados, vapuleados porque el rechazo a esos valores son vividos por el niño como la consecución de su libertad individual: - si papá me dice que me peine, iré despeinado. - si mamá me dice que me afeite, y vaya limpio y planchado, iré desaliñado y desarrapado. (ver el interesante artículo sobre la Moda de la Dejadez), - si la costumbre es el respeto a los demás y el decoro, orinaré en la calle, me desnudaré en una iglesia, daré el pecho en el Congreso... - si la tradición establece la fidelidad en la pareja y la heterosexualidad, practicaré el amor libre, los tríos y la homosexualidad, los más atrevidos practicarán el sadomasoquismo y la zoofilia como expresión de la conquista de la libertad sexual total, porque cuanto mayor es la transgresión, mayor es la libertad alcanzada. Como observamos en los actos más arriba mencionados, el niño y el adolescente están centrados en su ompligo y desconocen la necesidad de las normas de convivencia, porque carecen todavía de una formación moral propia que les permita distiguir entre el Bien y el Mal. Están buscándose y, para ellos, investigan los límites. Y ahí están los padres, para poner límites y marcarles el norte. El problema se plantea cuando este proceso natural de desarrollo psicosexual entra en el Congreso de los Diputados o en los consistorios municipales de las dos ciudades españolas más importantes y se convierten en la imagen internacional de España. Con sus "hazañas libertarias", un puñado de ¿políticos?, no, de "españoles electos", inconscientes de lo que realmente está pasando, está arrastrando a sus admiradores y seguidores a su autodestrucción moral y al desprestigio internacional de todos los españoles. Que los ricos piensen que los pobres no tienen gusto ni educación, que son sucios y desarrapados, es ya historia. Pero que el propio pueblo les dé la razón, y se comporte de manera deleznable, faltándose el respeto a sí mismo, es el colmo de la estupidez. En realidad, lo que está ocurriendo, es un tipo de suicidio perverso. El suicidio del pueblo español de la mano de los que dicen querer salvarlo.