Revista En Femenino

Poder

Por Ana Maria Constain Rueda @amconstain
Conversando con los niños y niñas sobre las cosas que les hacen los más grandes, llegamos a el tema del poder.
A los grandes les gusta molestar a los más chiquitos, contarles historias de miedo, hacerlos llorar, quitarles los juguetes, ganarles y hacérselos saber. -¿Por qué?, preguntan desconcertados, aún cuando ellos mismos lo hacen con otros pequeños. ¿Por qué queremos hacer sentir mal a otros por principio? Hay un placer en ello. El placer del poder.
Nos sentimos grandes y poderosos cuando sabemos que podemos ejercer control y dominar a otros. Por eso me parece que castigar el bullying es inútil. Es alimentar está dinámica. Quitar a las malas el poder, al poderoso, y proteger temporalmente al frágil, que se sentirá aun más inseguro cuando se aleje de su protector. Pero reconocer el placer del maltrato es sombrío. Pertenece al terreno de lo malévolo y lo perverso. Hablar de ello nos asusta. Los niños y niñas lo reconocen fácilmente.
-Si es verdad, me gusta molestar a otros. -La sabiduría niño/as, es cuando aún queriendo usar el poder y sabiendo que podemos hacerlo para nuestro beneficio, elegimos no hacerlo. - Pero yo no soy sabia
-Todos lo somos, si aprendemos a oír el corazón.

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