El ejemplo que hemos conocido de Ángel Hernández y su mujer, María José, es digno de encomio. Ha demostrado toda la valentía, solidaridad y amor, que partidos como PP y Ciudadanos desconocen.
En 2017, Unidos Podemos presentó dos iniciativas legislativas para aprobar la eutanasia, entonces no sólo el PP y C’s, también el PSOE, la pararon. Más tarde el año pasado, el PSOE presentó otra iniciativa que fue vetada por el PP –Casado llegó a decir que era innecesaria e injusta y que este problema no existía en España. ¡Menos mal!-- y por C’s.
Hace veinte años que se produjo el primer caso mediático sobre el tema, el de Ramón Sampedro. Hoy, todavía, la eutanasia es ilegal. Está claro que el sufrimiento de los demás no importa a muchos. Precisamente una institución como la Iglesia, que predica la ayuda a los enfermos, que promociona su solidaridad con los necesitados, que dice estar al lado de los débiles, permite que personas con enfermedades irreversibles y dolorosas sufran y sufran, sin poder decidir cuándo debe terminar su sufrimiento. Sus creencias frías, insolidarias y masoquistas las aplican a los demás cuando la vida es un derecho y no una obligación.
Ángel ha demostrado que va por delante de partidos como el PP y C’s. El primero, negando la posibilidad de decidir sobre su vida a los que padecen enfermedades muy dolorosas e irreversibles, de forma clara y contundente. En el caso de C’s, como suele hacer, lo enmascara para pretender jugar a dos palos, y con su carácter hipócrita ha puesto excusas para no aprobar la eutanasia.
Ver el vídeo de Ángel es algo ejemplar y modélico, aunque haya fariseos en esta derecha meapilas que sea capaz de no conmoverse ante tal hecho. Su mujer le ha pedido, en infinidad de ocasiones, que la ayudara a finalizar con su vida, y él ha esperado, pensando que se podría aprobar la eutanasia. Sin embargo, después de casi treinta años de sufrimiento y de peticiones cada vez más acentuadas de su mujer, ha decidido cumplir con ese deseo y ha ayudado a que termine su sufrimiento, a pesar de la ley injusta que le puede llevar a la cárcel.
Este suceso, gracias a los partidos de la derecha y a esa institución farisaica que es la Iglesia, ha llevado a que Ángel sea procesado, procesado por evitar el sufrimiento, procesado por cumplir con su obligación, procesado por amor a su mujer, procesado por un código penal injusto que no permite actos de solidaridad, de ayuda, de cariño.
Retrógrados, totalitarios, siempre tratando de imponer a los demás las decisiones personales, no hacen sino pretender expandir esas teorías que han producido tanto dolor, odio y retroceso. Todo por el sufrimiento.
Ojalá que este caso sirva para que, si hay un gobierno de izquierdas próximamente, la ley en favor de una muerte pactada, la eutanasia, sea la primera iniciativa legislativa que se lleve al Congreso. Que queden retratados y desenmascarados los farsantes que pretenden caminar como los cangrejos. La vida tiene un valor encomiable, sin duda, pero cuando se acaba sin remisión y el dolor es insostenible hay que dar paso a la muerte, a la eutanasia, si ese es el deseo del enfermo.
Vieron impasibles los sufrimientos de Ramón Sampedro, atacaron sin piedad al Dr. Luis Montes y hoy se esconden para no ver la realidad y para mantener una situación insostenible, un dolor, un sufrimiento, a pesar de la voluntad del enfermo. Ellos, que dicen creer en el infierno después de la muerte, por si acaso, lo activan en vida y lo justifican con razones irracionales. Porque vivir es cojonudo pero, cuando la vida no es vida, tiene que llegar la muerte, aunque sea acelerando el proceso si el dolor y la voluntad del enfermo así lo requieren.
Salud y República