Las risas irrumpen en la ventana
añoran atravesarla,
la encrucijada de acordes resuenan en las esquinas.
Las notas punteadas se arriesgan
y afinan mas alla de todo recuerdo.
Vuelvo las paginas,
la memoria hace habitable mi identidad,
la memoria repite incansable,
y ese gesto consigo mismo,
interminable me hace enterrar
los gestos muertos.
Aceitare la bisagra,
abrire la puerta,
oscilando ritmicamente
me ha vuelto el habla.
Ya puedo pintar mi corazon
con los florecientes minutos
que siguen...