A veces, una imagen vale más que mil palabras. La imagen que hoy reproduce Voto en Blanco vale por diez mil palabras porque demuestra, hasta más allá de toda duda, la arrogancia y la imbecilidad de un poder político español que ha perdido el norte, que desconoce el sentido del ridículo, que antepone sus intereses al bien común y que sólo conoce una obsesión: utilizar la propaganda y hasta la mentira para mantenerse en el poder.
¿Qué tendrá el poder para que tantos bellacos y rufianes acudan como moscas para disfrutarlo?