¿Podrá su amor trascender una guerra entre ángeles y vampiros?... (Reseña)

Título:Un toque de rojo
Saga: Ángeles renegados (1/3)
Autor: Sylvia Day
Editorial: Titania/Urano
*Gracias a Ediciones Urano por el libro*
Sinopsis:

Adrian Mitchell, un ángel con un poder inmenso y un deseo insaciable, comanda una élite de centinelas cuya misión es castigar a los ángeles caídos que se han convertido en vampiros. Pero el propio Adrian también ha sido castigado por involucrarse con mortales, más precisamente con Shadoe, hija del líder de los caídos, y su penitencia es perder a la mujer que ama. Ahora, casi doscientos años más tarde, Adrian ha vuelto a encontrarla. Esta vez, no está dispuesto a dejarla ir. Lindsay Gibson no recuerda nada de su vida anterior. Sólo sabe que no puede evitar la intensa atracción que siente por ese ángel seductor que se cruza en su camino. Cuando Lindsay cae en un peligroso mundo de pasiones tumultuosas, se ve atrapada entre su amante ángel, su padre vampiro, y una revuelta de seres sobrenaturales, en la que no sólo su amor y su vida están juego, sino también su propia alma…

Mi criatura mitológica favorita son los ángeles y en especial los ángeles caídos, así que cuando leí la sinopsis de este libro supe que tenía que leerlo si o si pues habla de los castigos que les impusieron a los ángeles caídos. 
Pero admito que empecé el libro concierto recelo, pues la autora es muy conocida por sus libros eróticos y ya saben que yo no soy fan de ese género literario. Temí que el libro fuese simplemente una historia erótica protagonizada por ángeles y vampiros, pero aunque el sexo tiene un papel significativo en la historia mis temores no se cumplieron. 

Sus ojos eran de un tono azul muy poco frecuente. Como el intenso azul cerúleo del centro de una llama. Encajados en una piel aceitunada y enmarcados por unas pobladas pestañas oscuras, resultaban hipnotizadores. Y estaban fijos en ella como si no fueran a cansarse nunca de mirarla.

La primera parte del libro la verdad me defraudo un poco, a tal grado que tuve que dejar el libro y leerme otra cosa ya que en el libro pasa algo que de verdad me pone de malas y es el amor a primera vista. Okey, Adrian y Lindsay tienen una GRAN historia juntos y algo más allá de ellos siempre los va a unir, pero a mí me hubiera encantado un poquito más de recelo en nuestra protagonista en lugar de lanzarse a los brazos de Adrian apenas y se ven. Soy fan de las relaciones que se van construyendo poco a poco y las relaciones instantáneas sueles asustarme un poco. 
Al ser el primer libro de una saga era de esperarse que nos encontráramos con una introducción al mundo que creo la autora y a las jerarquías del mundo, pero aunque disfrute mucho ver las jerarquías e ir conociendo los términos y reglas del mundo, siento que la primera parte del libro fue muy pesada. La historia iba demasiado lenta para mi gusto. 

En el fondo de su ser, Adrian es un Centinela. Suena simplista, pero en realidad no lo es. Adrian es como una máquina, tiene sus órdenes y no se desvía de ellas. Esta observancia de la responsabilidad es su mayor fuerza, y su debilidad más predecible. Él no actuaría por su cuenta de repente, no está en su naturaleza. 

Una vez que pase toda la introducción y me fui acoplando al mundo, la cosa mejor y mucho. El libro está lleno de personajes fantásticos. En especial les hablare de Elijah quien es un licano, o sea que fue de los ángeles caídos que en lugar de aceptar su destierro y convertirse en vampiro, prefirió convertirse en hombre lobo y terminar siendo un guardián para los centinelas. Normalmente los licanos no pueden controlar a su bestia interior pero Elijah puede lograrlo, por lo cual es el líder de la manada y se convierte en un peligro para los centinelas. Elijah simplemente me encanto, pues a pesar de ser el único que puede pelear contra los centinelas, el prefiere ser leal y bondadoso y yo muero, muero, muero por leer su historia. 

Y aunque siempre me quejo de los protagonistas masculinos que quieren gobernar sobre su mujer, esta vez tengo que aceptar que ame esta forma de ser en Adrian, PERO porque Adrian no es humano. Es una criatura divina que ha pasado siglos en la tierra peleando contra otras criaturas inhumanas. Él está acostumbrado a llevar la voz cantante y eso no va a cambiar de un día para otro (de hecho Adrian me recordó mucho a Rafael de la saga el gremio de los magos). 

La mano de Lindsay se volvió más atrevida. Siguió deslizándola por la curva superior y el ala se extendió ligeramente de gusto. Ella ahogó un grito y retrocedió dando un traspié.
—Lo siento.
—No pares.
Se hizo una pausa.
—¿Son sensibles? ¡Pero si desviaste balas con ellas!
—Nada de lo que haya creado el hombre puede herir las alas de un serafín. 

Pero lo que más me gusto del libro, fue en definitiva la guerra entre ángeles y vampiros. Cuando las escenas de acción llegaron yo ya no pude soltar el libro (y me ponía loca cada que Elijah peleaba xD). La historia paso de lenta a cardiaca y en definitiva muero por seguir leyendo sobre esta guerra.