Revista Diario

¿Podría ser de otra manera?

Por Mamareciente
No sé si estoy forzando mucho la máquina. En mi primer embarazo trabajé hasta el final y todo fue bien, salvo las molestias de las primeras semanas. Pero en esta ocasión las molestias se han unido al cansancio, las taquicardias, etc. Y además del trabajo tengo a mi Chiquinini, de modo que no hay tregua. Para colmo, cogí algún virus por ahí y he estado tres días con fiebre y sin poder comer porque no retenía nada en el estómago ( justito lo que necesitaba). Ya pasó el achuchón y estoy de vuelta en el trabajo.

En los dos días que estuve en casa, he disfrutado todo lo que he podido de la compañía del Chiquinini. Y he mirado con envidia a mi vecina. Tiene dos niños de 2 y 3 años y no trabaja. Les veía salir paseando tranquilamente hacia el colegio poco antes de las 9 de la mañana. Nada de tocar diana a las siete y salir pitando a las ocho, coger el coche, plegar la silla, llegar, desplegar la silla, bajar al niño, dejarle, volver a montarse en el coche e irse a trabajar. Hacía bueno y daban un paseo.Al rato volvía con su comprita, la veía tender la ropa y supongo que hacer las tareas de casa. Y luego toda la tarde con los niños. No sé si ella está contenta, si se aburrirá, si acabará hasta el moño de los peques, si es o no feliz así, pero... trabajando los dos, padre y madre, es un no parar. Siempre cansados, siempre corriendo y sintiendo que le robas tiempo al peque.

No sé cómo haremos cuando seamos cuatro, prefiero no pensarlo de momento. Voy a intentar anestesiarme, porque por otra parte tengo muy claro que quiero seguir trabajando.

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