Un pequeño homenaje a Yves Bonnefoy (1923-2016), el último poeta mítico de la poesía francesa, que entendía la poesía como una forma de "restablecer la plenitud".
Une pierre
L'été passa violent dans les salles fraîches,
Ses yeux étaient aveugles, son flanc nu,
Il cria, et l'appel bouleversa le songe
De ceux qui dormaient là au simple de leur jour.
Ils frémirent.
Changea le rythme de leur souffle,
Reposèrent leurs mains la coupe du sommeil.
Déjà le ciel venait à nouveau sur terre,
Ce fut l'orage des après-midi d'été, dans l'éternel.
Una piedra
El verano pasó violento por las salas frescas, Sus ojos estaban ciegos, su flanco desnudo, Gritó, y el llamado trastornó el sueño De los que allí dormían en lo simple de su día.
Se estremecieron. Cambió el ritmo de su aliento, Sus manos abandonaron la copa del sueño. Ya el cielo otra vez volvía sobre la tierra, Llegó la tormenta de las siestas de verano, en lo eterno.
© Yves Bonnefoy
© Traducción: Ida Vitale