Al igual que con Mozart y Goethe, no es necesario señalar que Rudyard Kipling (1865-1936) era masón y que dicha cualidad se trasuntaba explícitamente en sus obras tales como el cuento “El hombre que sería rey “ (The man who would be king ) y el poema “Mi Logia Madre” (My Mother Lodge,1896), entre otras.
Kipling fue iniciado muy joven en la Logia “Hope and Perseverance” de la ciudad de Lahore ( Pendhab, India ) . Fue miembro de muchas Logias y recibió la Masonería de la Marca ( Mark Masonry) y el Arco Real (Royal Arch) . Además, fue condecorado por la famosa Logia “Canongate Kilwinning” Nro.2 , por su distinguida carrera masónica.
No es ésta la primera traducción al castellano del poema “Mi Logia Madre”; sin embargo, consideramos que era necesaria otra versión que se ajustase lo más posible al original inglés pues en las existentes, que solo podemos calificar como extremadamente “libres”, se hace decir al autor cosas que no dice y ciertas cosas que sí dice no aparecen en ellas. Es verdad que la ortografía inglesa de Kipling es, en algunos casos, dificultosa y que utiliza muchas palabras de una jerga anglo-hindú que es de imposible traducción si no se conoce su verdadero significado tales como en los casos de “hog-dam”, (encendedor), “kahnsamah”, (camarero) y “bottle-khana “ (despensa) , pero ello no dispensa de respetar la obra original y el pensamiento del autor.
Para esta traducción hemos utilizado el original en inglés publicado en The Treasury of Masonic Thought, Dundee,1924.
oOo
My Mother Lodge
There was Rundle, Station Master,
An Beazeley of the Rail
An Ackman, Commissariat
An Donkin o’ the Jail
An Blake, Conductor-Sargent
Our Master twice was’e
With’im that kept the Europe-shop
Old Framjee Eduljee.
Outsid’ Sergeant! Sir! Salute!
Salaam!
Inside Brother an’it doesn’t do no’arm.
We met upon the Level an’ we
parted on the Square
An’I was Junior Deacon in my
Mother-Lodge out there!
We’d Bola Nath, Accountant
An’Saul the Aden jew
An’Din Mohammed, Draughtsman
of the Survey Office too;
There was Babu Chukerbutty
An’Amir Sing the Sikh,
An’Castro from the fittin’sheds
The Roman Catholick!
We’adn’t good regalia
An’our Lodge was old and bare
But we knew the Anciet Landmarks
An’we’kee’ em to a hair.
An’lookin’on it backwards
It often strikes me thus
There ain’t such things as infidels
Excep’per’aps, it’s us.
For monthly, after Labour
We’d all sit down and smoke
(We dursn’t give no banquits,
Lest a Brother’s caste were broke)
An’man on man got talkin’
Religion an’the rest
An’every man comparin
Of the God’e knew the best.
So man on man got talkin’
An’not a Brother stirred
Till mornin’waked the parrots
An’that dam’brain-fever-bird
We’d say ‘twas’ighly curious
An’we’d all ride’ome to bed,
With Mo’ammed, God an’Shiva
Changin’pickets in our’ead.
Full oft on Guv’ment service
This rovin’foot’ath pressed
An’bore fraternal greetin’s
To the Lodges east an’west
Accordin’as commanded
From Kohat to Singapore
But I wish that I might see them
n my Mother-Lodge once more!
I wish that I might see them,
My Brethen black an’ brown
With the trichies smellin’pleasant
An’the hog-dam passin’down;
An’ the old khansamah snorin,
On the bottle-khana floor,
Like a Master in good standing
With my Mother-Lodge once more!
Outside’Sergeant! Sir! Salute!
Salaam!
Inside’Brother’an’it doesn’t do no’ arm.
We met upon the Level an’we
parted on the Square,
An’I was Junior Deacon in my
Mother-Lodge out there!Mi Logia-Madre
Allí estaba Rundle, el Jefe de Estación
y Beazeley, el ferroviario
y Ackman, el Comisario
y Donkin, el carcelero
y Blake, el Sargento-Conductor
por dos veces Maestro Venerable
y con él, el que la tienda europea
atendía: el viejo Framjee Eduljee.
Afuera, Sargento! Señor! Salude!
Salaam!
adentro solo “Hermano” sin distingos.
Nos reunía el Nivel
y la Escuadra nos despedia
y en mi Logia-Madre, yo era
el Segundo Diácono, todavía!
Estaba Bola Nath, el Contador
y Saúl, el judío de Adén
y Din Mohammed, el dibujante
de la Oficina de Catastro,
allí estaba Babu Chukerbutty
y Amir Sing, el Sikh
y de las estrechas barracas
el católico romano Castro!
No teníamos buenos paramentos
y nuestra Logia era pobre y vieja pero
conocíamos los Antiguos Reglamentos
y los manteníamos exactos.
Y mirándola, en el pasado,
a veces, me toca de esta manera:
allí no había infieles a menos
que por nosotros fuera. Durante
meses, después de los Trabajos,
tomábamos asiento y a fumar,
(nosotros no dábamos banquetes
por la casta de un Hermano no quebrar)
de hombre a hombre hablaban
de Religión y todo lo demás
y cada uno comparaba
de Dios su mejor saber.
Así, de hombre a hombre, conversaban
y ningún Hermano se movía
hasta que la mañana despertaba
a los loros y a aquél pájaro febril
y, aunque fuera muy curioso,
nos íbamos a casa a dormir,
con Mahoma, Dios y Shiva
y un piquete en la cabeza al salir.
A menudo, terminado un servicio de
presionado por este pié errante y
de acuerdo a lo ordenado,
llevé saludos fraternales a las
Logias de Oriente y Occidente,
de Singapur a Kohat,
pero deseaba ver a los Hermanos
de mi Logia-Madre, una vez más!
Desearía volver a verlos, a mis
Hermanos negros y morenos,
el aroma placentero del cigarro
y el encendedor pasando entre manos,
y el anciano camarero en el piso
de la despensa roncando;
como al Venerable Maestro de
mi Logia-Madre, una vez más!
Afuera, Sargento!, Señor! Salude!
Salaam!
Adentro solo “Hermano” sin distingos.
Nos reunía el Nivel
y la Escuadra nos despedía
y en mi Logia-Madre, yo era
el Segundo Diácono todavía!Rudyard Kipling* * *