Hoy estuve con mis HH.·.
Hoy estuve con ellos y advertí el universo entero representado en aquella mesa.
Desprendían la esencia de una tarde de verano, riendo,
acusándonos mutuamente de futuro.
A la sombra de una vieja nave, alrededor de nuestros sueños,
jugamos a conversar de cosas que sólo se hablan entre HH.·.
Los debates de siempre con palabras viejas.
Los toques secretos de la bienvenida y la despedida.
Hoy estuve entre ellos y no me he ido.
Sigo allí,
intentando entender cada gesto desde mi vehemencia poco calculada, casi antimasónica,
aunque más esporádica que la de mis años profanos.
Ellos me han iniciado, me han reiniciado,
y he encontrado en cada triple abrazo
una ecuación de proporciones aureas y perfectas.
Hoy me senté a hablar con el universo
las canas asomaban en él como púrpuras firmamentos
sin mandil,
otras latitudes también residían en él
y otros sonidos libertarios,
y los quejidos de nunca
y los menesteres de ojalá.
Ha temblado la utopía,
casi la alcanzamos.
La universalidad de nuestros secretos
temblaron por tocados y a veces hundidos.
Hoy he pasado una tarde con el universo
y he muerto de infinito o esperanza,
todavía lo estoy pensando.