Revista Libros
Cuando mires al mar, mírale a los ojos. - ¡Si el mar no tiene ojos, es todo lágrimas! Un mar de lágrimas.
Los sentimientos con las velas blancas hinchadas por el viento navegan sobre la nostalgia en un mar de lágrimas vertidas por todas las miradas que naufragan tristes como una oración optimista y sin fe.