Revista Libros
Veo el silencio crecer como una niebla que se levanta por encima de mi casa. Hace tiempo se callaron las voces, hace tiempo las voces eran mucho más que voces, tocaban, iluminaban, resplandecían, imitaban el sonido de los besos. Ha llovido y nevado desde entonces, ahora las voces son una canción de cuna que nadie recuerda.