Revista Cultura y Ocio
Poesía eres tú: autores contemporáneos
Publicado el 10 octubre 2016 por Fernanda Espinosa @entrelibrosyteMi romance con la literatura inició con libros ilustrados: colecciones de cuentos o títulos que me enseñaban desde las preguntas y respuestas del universo hasta hacer manualidades con cajas de cartón. La transición hacia cuentos más extensos y novelitas breves la hice sin casi darme cuenta para luego llegar a clásicos y novelas adultas, reencontrarme con libros ilustrados e infantiles o conocer la novela gráfica y, gracias al periodismo, los terrenos de la no ficción. Mi inquietud por leer cosas diferentes fue la que me movió a buscar otros géneros y siempre me sentí recibida con las puertas abiertas... con una excepción.
Nunca vi la poesía como un género inclusivo. Sentía que solo ciertas personas estaban invitadas a leerla, quizás solo quienes gozaban de una gran sensibilidad o estaban más conectadas al arte —o a sus almas, o al alma del arte, lo que más profundo parezca— de lo que yo pudiera estar jamás. Debo darle crédito a la investigación que realizo hoy sobre Blanca Varela por haber devuelto mi interés a la poesía: para conocerla tenía que leer su poesía, pero la intimidación que sentí por años seguía allí.
A modo de introducción, busqué voces jóvenes que estuviesen practicando el deporte extremo de escribir y publicar poesía en el panorama literario actual. Quería leer la poesía de gente de mi generación; gente con la que pudiera compartir sentimientos, problemas, ideales o pesadillas recurrentes. Con ustedes, mis descubrimientos.
+ honey and milk de Rupi Kaur: A veces con la brevedad de un haiku; otras, en la extensión de lo que podría ser un post en facebook, los poemas de Kaur te golpean y tienen que ser mis favoritos de esta selección. Puede que ella sea la autora más conocida de estos tres por la censura que hubo por parte de instagram a su proyecto sobre la menstruación, y con esto ya pueden deducir que uno de sus temas recurrentes es el feminismo. Pero Kaur también escribe sobre relaciones, desamor, identidad, violencia sexual, pérdida, trauma, femineidad, etc. Algunos me parecen geniales, siento que ponen en palabras y de manera muy concisa cosas que yo he podido pensar antes y me imagino muchos de sus lectores también. Aun así, encontré otros muy planos y básicos. pero este es un punto en común con todos los libros y pienso ahondar en esto al final del post.
+ Love & Misadventure de Lang Leav: Los poemas que construyen la ópera prima de Lang Leav son el epítome de la poesía no apta para diabéticos. Versos cortos, rimas fáciles y mucho, pero mucho amor. Los poemas están ubicados solo en las páginas impares, por lo que el libro de casi 180 páginas no llega a los 90 poemas. También contiene pequeños textos sobre algunas situaciones o sentimientos y estas fueron las partes que más disfruté del libro. Sobre los poemas, con comentarles que algunos me hicieron recordar a la Fernanda de siete años que pensaba "si rima es poesía, ya está, soy brillante" ya digo bastante.
+ Dirty pretty things de Michael Faudet: Mr. Faudet no es ni más ni menos el novio de Lang Leav. Y no es que lo sepa por stalker, sino que este par se dedica el uno al otro sus libros, se nombra en sus poemas e incluso Leav es la encargada de hacer el prólogo de Dirty pretty things. Estoy segura que si los conociera me llevaría un buen susto: estas personas tienen un estilo parecidisimo, son the real soulmates. Si ellos solos se encargan de convertirse en un paquete, los Bonnie y Clyde la poesía moderna, las comparaciones son inevitables y yo me quedo con Leav. Encontré Dirty pretty things demasiado largo y el "erotismo" no me convenció —dusty pink nipples, dusty pink nipples, dusty pink nipples—, pero creo si el autor se animara con la ficción corta lo volvería a leer.
Resultado del experimento: No encontré en Kaur, Leav o Faudet a los poetas brillantes que tantas reseñas angloparlantes describían, pero sí a voces que hablan por nuestra generación, en millenial. Vamos, algunos temas resultan siendo un poco first world problem, un salto de tumblr a las páginas de un libro y no exigen demasiado del lector, pero despiertan sentimientos en él y es totalmente comprensible que sean tan populares.
En líneas generales, los tres me llevaron a la gran duda de qué define una frase como poesía.
¿Cuántos enters
debo de clickear
para que mi texto sea
lo suficientemente artístico
y provocar que alguien diga
"oh, esto es poesía"?
Terminé estos libros con ganas de conocer más autores contemporáneos, pero sobre todo un poquito más preparada para adentrarme de lleno en la poesía de Eielson, Plath, Vallejo o Pizarnik. En resumen, para leer poesía no necesitas una invitación, pero los libros de este post pueden darte la tímida bienvenida que estabas necesitando. Nos leemos.responder