Revista Cultura y Ocio
CARGAS
Las cargas que llevo son mías.
Soy su dueño. Ningún ladrón
irrumpe en mí y me roba
las cargas que llevo.
Las cargas que tú llevas
nadie te las quita. Te detienes
y sientes extrañamente pesadas
en la sangre las cargas que llevas.
Una persona
no está sola. Una persona
con las manos llenas de
días y de noches, el amargo peso
de las cargas.
Desdichado el que no tiene propiedades.
Pero quién no tiene una carga
que llevar. El sentido de la vida es ser vivid
y el de las cargas ser llevadas.
El hombre no está solo
bajo el yugo.
Ama las cargas que
se unen a la vida.
La muerte es el ladrón.
Te despoja de tus cargas.
Ernst Orvil.
Varios Autores. Poesía Nórdica. Ediciones de la Torre, 1999.
Traducción de Francisco J. Uriz.