Revista Cultura y Ocio
COMIENDO POESÍA
La tinta chorrea de las comisuras de mis labios.
No hay felicidad como la mía.
He estado comiendo poesía.
La bibliotecaria no puede creer en lo que ve.
Sus ojos están tristes
y camina con las manos en el traje.
Los poemas se han ido.
La luz es opaca.
Los perros están en las escaleras del sótano y suben.
Les giran los globos de los ojos,
sus patas rubias se encienden como broza.
La pobre bibliotecaria empieza a patalear y llora.
No entiende.
Cuando me arrodillo a lamerle la mano,
ella grita.
Soy un hombre nuevo.
Le gruño y le ladro.
Brinco de alegría en la oscuridad libresca.
Mark Strand.
Varios Autores. Nuevas voces de Norteamérica. Plaza & Janés Editores, 1981. Traducción de Claribel Alegría y D. J. Flakoll.