“He vuelto a arrancar la misma página,
Trazos de sangre en pulso débil,
…
He vuelto a empezar la misma página.”
Mi amada madre oscura…
Solo se expresarme en poemas,
Así hago llorar a las más oscuras criaturas.
Tus ojos el fuego calman, pero cenizas en mi corazón perduran,
Y…
Si mi alma fuera herida, tus labios puntos de sutura,
Si mi vida fuera una tela, tú mi araña viuda.
Fingí fuerza en cada pieza hasta que hundí el dique,
Y si tu mar no llega a mi ría, entonces voy a pique.
Ya conoces mi cielo gris, es en mí un percance,
Y mis demonios deseando alimentarse de mi sangre,
La inseguridad pegada a mi piel, como un cáncer,
Necesito tus ojos para que mi vida cada día comience.
Lo único que tengo es el saber de tú seguridad…
Que tu alma encaja con mi mitad podrida,
Tú amor verdadero, tú brillo de lealtad…
Dando sentido a esta injusta justicia.
Tú…
Solo tú, unes los lazos,
Yo…
Avanzo en la sombra de tus alas con mis torpes pasos,
En mis escasos pulsos…
Solo líneas débiles de sangre trazo,
Y llego a la cumbre,
De mi existencia en pedazos.
“….
He vuelto a arrancar la misma página…”