La poeta Concepción Méndez Cuesta nacía en Madrid el 27 de julio de 1898. La mayor de 11 hermanos, su familia no pasó apuros económicos y pudo incluso enviar a Concha a un colegio francés. Aprovechó su estancia estudiantil no solo aprendiendo y adentrándose en el mundo de la literatura. Concha descubrió su pasión por el deporte, despuntando en disciplinas como la gimnasia o la natación.

En 1919, en sus vacaciones familiares en San Sebastián, conoció a Luis Buñuel, su primer amor. Una relación de 7 años en la que Concha pudo conocer a otras grandes celebridades intelectuales y artísticas como Federico García Lorca o Maruja Mallo, a la que admiró e influyó en su propio arte poético.
A los 28 años publicó su primer libro de poemas, Inquietudes y desde entonces no dejó de publicar sus versos. En 1929 se independizó y decidió tomar las riendas de su propia vida sin pasar por el altar, precio que había que pagar para salir del hogar familiar. Concha viajó por Europa y América hasta que se instaló en Buenos Aires donde se ganaba la vida publicando sus poemas en el diario La Nación. Vivió una época feliz, compartiendo su pasión intelectual con otras escritoras como Consuelo Berges o Alfonsina Storni y publicando su obra con éxito.

En 1931 regresó a la España republicana y conoció a un impresor malagueño, Manuel Altolaguirre, con el que se casó y fundó una imprenta, La Verónica, en una habitación del Hotel Aragón en la que empezaron a publicar la revista Héroe. En aquellos años, además de poesía, Concha Méndez escribió obras de teatro como El personaje presentido o El ángel cartero. Etapa feliz para Concha, que en 1933 se marchó a Londres con su marido. Después de la trágica experiencia de perder a su hijo, que inspiró su obra Niño y sombra, nacía en 1935 su hija Paloma, ya instalados de nuevo en España. En aquellos años, Concha y Manuel difundieron la obra de autores de la Generación del 27 mientras ella seguía escribiendo su propia obra poética.
Con el estallido de la guerra civil, vivieron en varios países europeos hasta que se instalaron definitivamente en La Habana donde permanecieron hasta 1943. Allí recrearon su imprenta y continuaron con su labor editorial. En 1943 se marcharon a México donde Concha sufrió el abandono de su marido.
A pesar de que Concha viajó varias veces a España, permaneció el resto de su vida en México, donde falleció el 7 de diciembre de 1986.
Bibliografía
Balló, Tania, Las Sinsombrero
